El equipo multidisciplinario de expertos en química verde, ingeniería y física de esta universidad australiana, han desarrollado esta técnica innovadora para recuperar oro tanto de minerales como de residuos electrónicos.
Por Saraí Coscojuela
Un grupo de investigadores de Flinders University, en Australia, han presentado una técnica sostenible que recupera el oro puro de e-waste usando desinfectantes y polímeros reciclables, apto para la minería artesanal y el reciclaje industrial.
El equipo multidisciplinario de expertos en química verde, ingeniería y física de esta universidad australiana, han desarrollado esta técnica innovadora para recuperar oro tanto de minerales como de residuos electrónicos.
El proceso, publicado en Nature Sustainability, marca un cambio significativo respecto a los métodos tradicionales: logra extraer oro con alta pureza sin recurrir a cianuro ni mercurio, dos de las sustancias más contaminantes asociadas a la minería del oro.
La investigación demuestra que este método también es efectivo en materiales complejos como placas de circuito impreso de computadoras, y puede aplicarse incluso a flujos de residuos científicos, donde el oro se encuentra en concentraciones trazas.
Uno de los elementos clave de este nuevo método es el uso del ácido tricloroisocianúrico, un compuesto barato y comúnmente usado para la desinfección del agua. Al activarse con salmuera, este reactivo disuelve el oro de forma eficiente y segura.
Posteriormente, el oro es capturado por un polímero rico en azufre, desarrollado por el equipo de Flinders. Este material presenta una afinidad excepcional por el oro, incluso en mezclas muy complejas, lo que permite una recuperación altamente selectiva.
Lo más innovador, de acuerdo con los investigadores, es que el polímero puede descomponerse controladamente para liberar el oro y luego reutilizarse sin generar residuos.
Con este enfoque no solo se elimina el uso de sustancias tóxicas, sino que también se alinea con los principios de economía circular, donde los materiales se diseñan para ser recuperados, reciclados y reintegrados al ciclo productivo.
Esta nueva tecnología representa una alternativa viable para pequeñas minas, especialmente en países donde el acceso a tecnologías limpias es limitado.
Además, gracias a la sencillez de los materiales implicados y la posibilidad de escalar el proceso, este avance podría integrarse en plantas de reciclaje urbano de residuos electrónicos, donde miles de toneladas de dispositivos obsoletos esperan una segunda vida.