Por: Sarai Coscojuela | @ecoaliados21
El reciclaje es una práctica que ya tiene muchos años y que siempre se había limitado al plástico, papel, cartón entre otros. Sin embargo dos países, uno europeo y otro africano, han dado un paso más adelante y se han dado a la tarea de buscar la forma de reutilizar celdas solares y desechos electrónicos.
Tal es el caso de Ruanda, que junto a Sudáfrica, se convierte en el segundo país de ese continente en instalar una planta para el reciclaje de productos electrónicos. El ministro del ambiente del país, Vicent Biruta, aseguró que en Ruanda ha crecido la dependencia de las nuevas tecnologías en todos los sectores de la economía, “lo que ha provocado un incremento de los residuos”.
El pasado diciembre se instaló la primera planta de reciclaje en Bugesera, donde se acumulan montones de televisores y computadoras desvencijadas en una especie de cementerio que está siendo supervisado.
Los trabajadores de esta planta se encargan de extraer las partes que pueden ser reutilizadas de estos aparatos, especialmente de las que siguen en buenas condiciones, y así instalan nuevas máquina y accesorios que son donados a colegios y también se venden.
Estos desechos pueden contener elementos como mercurio, plomo, arsénico, cadmio o selenio que si no son tratados de la forma correcta, pueden ser altamente contaminantes.
Es por eso que el ministro Biruta agrega que “una gestión adecuada de estos residuos permite recuperar metales preciosos como el oro, la plata, el platino, paladio, cobre y plomo, y permite crear nuevos negocios y oportunidades de empleo”.
Francia innova
Por su parte en Francia la empresa Veolia ha inaugurado una planta que tratará 1.300 toneladas de paneles solares al año. Esta es posiblemente la primera instalación de reciclaje de celdas fotovoltaicas.
Hasta el momento estos paneles eran llevados a centros de reciclaje de vidrio, pues no había cantidad suficiente para tener una planta propia. Sin embargo ya esto ha cambiado, pues la primera generación de módulos fotovoltaicos ha alcanzado un volumen de eliminación que justifica una instalación de reciclaje.
Estos paneles constan de 67-75% de vidrio, 10-15% de marco de aluminio, 10% plástico y solo 3-5% de silicio. Cada unidad podría ser reutilizada casi por completo y actualmente las mejores tecnologías permiten recuperar un panel en un 98% de su peso.
Ya este año se estima que la planta recicle 1.300 unidades y el objetivo es que pueda llegar a una capacidad de 4.000 toneladas para 2022.