Demostrando unas condiciones excepcionales, el carabobeño Gregorio Carrizales se constituyó en el ganador absoluto de la I Vuelta a Venezuela.
Por: Javier González | @javiergon56
El carabobeño Gregorio Carrizales ganó la primera edición de la Vuelta a Venezuela que se disputó en cinco etapas entre los días 16 y 19 de marzo de 1963.
Pese a que únicamente ganó el primer lapso, el nativo de Boquerón, criado en el Central Tacarigua, quien entonces contaba con 25 años de edad, corrió con excelente regularidad las otras cuatro fases restantes para conservar el maillot de líder en cada fecha y conseguir el máximo trofeo de la legendaria prueba.
Carrizales, quien fue seleccionado por el Círculo de Periodistas Deportivos (CPD) como el pedalista de desempeño más sobresaliente en la temporada de 1962, hizo honor a la distinción con su soberbia actuación en la apertura del tour nacional.
La reseña del diario El Universal del miércoles 20 de marzo, destacó las excelentes cualidades del muchacho que ese mismo año logra el título de campeón panamericano en ruta.
Demostrando unas condiciones excepcionales, que por otra parte hacen de él uno de los mejores corredores que actualmente existen en Venezuela, el carabobeño Gregorio Carrizales se constituyó en la tarde de ayer en el ganador absoluto de la I Vuelta a Venezuela.
Después de haber arribado en el primer puesto en la primera etapa que se corrió entre Caracas y Puerto Cabello, Gregorio arribó a Barquisimeto ─final de la segunda etapa─ en el noveno lugar, que hizo despertar esperanzas en los otros corredores, que desde el mismo momento de la partida veían en él el más serio y difícil de todos los competidores.
No obstante, Carrizales, pese a llegar de quinto, cuarto y tercero en las tres últimas jornadas, lo hizo siempre a escasa diferencia de los punteros, lo que le permitió colocarse la camiseta tricolor que identificó al puntero a través de toda la competencia, hasta la misma tarde de ayer, cuando el velódromo Teo Capriles fue escenario del final de lo que en lo sucesivo será el más importante clásico del ciclismo nacional.
Carrizales agenció 22 horas, 28 minutos y 45 segundos a lo largo de las cuatro fechas para completar el exigente recorrido fijado por los organizadores y con la aprobación de los técnicos de la Federación Venezolana de Ciclismo.
En la clasificación por equipos fueron los muchachos de Carabobo los abanderados al totalizar 67 horas, 44 minutos y 15 segundos en el recorrido de toda la prueba.
Fue en verdad esa labor de los del Cabriales, la nota más resaltante, por cuanto no solamente el triunfador Carrizales, sino también Rodríguez y el pequeñín Máximo Romero, demostraron a todo lo largo de la Vuelta, poseer además de condiciones de grandes ruteros, un amor propio, una vergüenza deportiva y unos deseos inmensos de vencer, que ya desearían para sí los mejores equipos americanos.
Después del histórico éxito alcanzado en la edición inicial de la Vuelta a Venezuela, Carrizales consiguió otro rotundo triunfo.
En los IV Juegos Panamericanos celebrados en Sao Paulo, Brasil, subió a lo más alto del podio para colgarse la medalla dorada como campeón de la prueba de ruta de 175 kilómetros y la presea de bronce por equipos en la misma prueba, junto a sus compañeros Armando Blanco y Silvio Rodríguez.
Antes, en 1962, en los IX Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en Kingston, Jamaica, en la prueba de ruta 160 kilómetros, Carrizales formó parte de la cuarteta que ganó medalla dorada por equipos, junto a Silvio Rodríguez, Domingo Rivas y Rafael Suárez. Además, obtuvo plata en individual.