La colina acústica del siglo XX: 70 años de cultura

La Concha Acústica José Ángel Lamas o Concha Acústica de Bello Monte este 2024 cumplió 70 años desde su inauguración. En los archivos audiovisuales de Cine Archivo quedó registrada su construcción y otros momentos que se convirtieron en noticia, hoy este material es parte de la memoria histórica y cultural de Caracas en el siglo XX.

Por Carmen Victoria Inojosa

Hace 70 años decenas de hombres preparaban el terreno en una colina de Caracas que tendría acústica. Con cemento, camiones, arena y pala levantaron las graderías para 6.000 personas. En el noticiero nacional de 1953, con imágenes a blanco y negro, anunciaban su avance: “En las Colinas de Bello Monte, donde se obtiene un perfecto dominio panorámico sobre el Valle de Caracas, se aceleran las obras de acondicionamiento y reforestación de los taludes. Esto va directamente relacionado con la terminación del Anfiteatro o Concha Acústica de Bello Monte, primero en su género en Venezuela”. Así quedó registrado en los archivos audiovisuales de Cine Archivo.

Fue Inocente Palacios, músico y promotor cultural, quien puso a la orden 18.000 metros cuadrados de terreno. En el libro Venezuela el problema de su identidad arquitectónica de Azier Calvo Albizu se lee: “(Inocente) Palacios, amante de la música, visualiza esta urbanización trepada en un cerro como una romántica ilusión urbanística que se ofrecía como lugar para mirar la ciudad y como sitio donde la cultura podría tener cabida”.

Pronto los taludes se llenarían de conciertos y festivales artísticos. El arquitecto argentino Julio Volante vigilaba la obra para lograr que el sonido de los instrumentos tuviesen “flexiones nítidas y uniformes audibles hasta a los 87 metros, distancia a la cual se encuentra la última grada de asientos”, escribió la Fundación Arquitectura y Ciudad. Mientras, Pedro Antonio Ríos Reyna, presidente de la Sinfónica Venezuela, esperaba con ansias el concierto inaugural.

El 19 de marzo de 1954, el maestro Vicente Emilio Sojo, fundador de la Orquesta Sinfónica Venezuela, y Wilhem Furtwängler, director de la Filarmónica de Berlín, levantaron sus batutas en el anfiteatro frente a cientos de personas. Por primera vez la música sacra sonaba en esta colina: Parce mihi, Dómine de José Antonio Caro de Boesi y el Benedicta et Venerábilis de José Ángel Lamas. También las obras musicales de Haendel, Strauss y Wagner.

La concha siguió siendo noticia nacional en sus primeros años. “El mejor jazz del mundo” llegó a Colinas de Bello Monte en 1957. El trompetista y cantante estadounidense Louis Armstrong, junto a su banda All Stars, dieron un concierto a cientos de caraqueños bajo las estrellas y en lo alto de la colina. Un año después, Miss Mundo 1958, Miss Francia y Miss Suecia lucieron trajes largos con guantes y sacos en el Festival de la Moda en ese mismo escenario.

A menos de dos kilómetros de Ciudad Banesco, con el nombre de Anfiteatro José Ángel Lamas, quedó inaugurada la primera instalación de este tipo en Caracas. Desde entonces: la Concha Acústica de Colinas de Bello Monte.

Hablan los vecinos: Yagrumo para Aída* 

En el Parque Sanabria, en La Pastora, se escuchaba hablar sobre Colinas de Bello Monte. Aída de Armas, esposa del periodista y poeta Alfredo Armas Alfonzo, quiso saber lo que estaba pasando ahí. Llegó a una oficina ubicada en lo que ahora es el Centro Polo. “Entonces tienen el mapa. Yo diría como al azar yo toqué una de las parcelas, creo que era 623, no estoy segura, pero creo”.  Hoy piensa que la elección del sitio fue buena.

Aida llegó a Colinas de Bello Monte unos años después de la inauguración de la Concha. Solía ir con sus hijos en la mañana a recoger la hoja de yagrumo. Le gustaba seca. Fue su inspiración para dedicarse al esmaltado, una técnica . “Yo le preguntaba a Annella -su hija- si todavía se conseguirá la hoja de yagrumo”. 

En la familia, la Concha sigue siendo parte de su historia. Los nietos de Aida, Martín y Joaquín Pintos, también están creando su propia conexión con este espacio. Para ambos, es un lugar de encuentro: “Decimos vamos a la Concha y vamos a la Concha”, comenta Martín, de 20 años. Caminar, jugar fútbol, básquet, explorar, hacer fotografías. Las posibilidades de actividades suman. 

“Y como al final es un espacio abierto, que es público, en verdad es multifacético, entonces también muchos fotógrafos lo utilizan así para hacer retratos (…) Hay esa libertad del espacio que se presta para muchas cosas, eventos culturales también”, piensa Joaquín, de 24 años. 

*Aida de Armas. Esmaltista. Hija de Rafael Ponce y Amanda Hernández. Esposa de Alfredo Armas Alfonzo, Premio Nacional de Literatura en 1969, y madre de una generación de artistas y escritores: Edda Armas, poeta, psicóloga social, editora y gestora cultural; Ricardo Armas, fotógrafo; Enrico Armas, artista plástico y Annella Armas, diseñadora.  

El espacio urbano en la actualidad

Hoy la Concha Acústica sigue sonando en Colinas de Bello Monte. Los fines de semanas este lugar ofrece una agenda cultural para disfrutar del teatro, la música y otros eventos al aire libre. La agenda de actividades puede consultarse a través de la cuenta de instagram @nosvemosenlaconcha.

Durante la semana, los vecinos y usuarios de Colinas de Bello Monte, aprovechan sus espacios para ejercitarse, leer, realizar actividades familiares y contemplar el espacio. Sin duda, es un lugar de encuentro para los vecinos de la zona y los caraqueños. 

Ficha técnica
Nombre oficial: Concha Acústica José Ángel Lamas

Ubicación (Google maps)
Fecha de construcción: 1953
Arquitecto: Julio Volante
Tipo: anfiteatro
Fecha de inauguración: 1954
Cuenta en redes sociales: @nosvemosenlaconcha
Visitantes al cierre del año 2023: 80.779 (con información de Nos vemos en la concha)

  • Concierto de inauguración de la Concha Acústica de Bello Monte. Créditos: Archivo Armas Alfonzo
  • Plano de la casa de Alfredo Armas Alfonzo. Créditos: Archivo Armas Alfonzo
  • Créditos: Archivo Armas Alfonzo
  • Concha Acústica de Bello Monte en la actualidad. Créditos: Eusebio Montilla - Banesco
  • Concha Acústica de Bello Monte en la actualidad. Créditos: Eusebio Montilla - Banesco

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