Una mentalidad positiva es fundamental para enfrentar los desafíos de la vida y alcanzar el éxito, especialmente en el ámbito del emprendimiento.
Por Orlando Luna
En el entorno emprendedor son constantes los desafíos y las incertidumbres, por lo que mantener una actitud optimista puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Esa visión optimista, positiva, además, permite enfrentar los desafíos con resiliencia y fomenta un necesario ambiente de trabajo saludable.
La mentalidad positiva es una forma de pensar que da prioridad a las oportunidades y aspectos constructivos de la vida, en lugar de enfocarse en lo negativo o los obstáculos. Forma parte de las habilidades sociales del emprendedor, también llamadas blandas o “soft skills”.
No hay contradicción entre la mentalidad positiva y la mentalidad crítica: al adoptar una mentalidad crítica, podemos evaluar situaciones difíciles con un enfoque objetivo, racional, lo que nos permite encontrar soluciones efectivas; al mismo tiempo, mantener una mentalidad positiva nos ayuda a enfrentar esos desafíos con esperanza y energía. Al combinar el análisis crítico con una actitud optimista, podemos abordar los desafíos de manera más efectiva.
Los centros de formación de emprendedores sostienen que el mejor perfil de emprendedor es aquel que cuenta con una sólida formación tecnológica revestida con unas amplias habilidades sociales o blandas. Las empresas requieren gente ágil, con alta capacidad de adaptación, creatividad, capaz de trabajar en grupo.
La mentalidad positiva no es innata, puede adquirirse a través de nuestras interacciones en el entorno o cultivarse de manera formal.
Sus características principales son Optimismo: creer que las situaciones pueden mejorar y el futuro puede ser mejor. Resiliencia: la capacidad de recuperarse de las adversidades y seguir adelante. Búsqueda de soluciones: en lugar de quedarse dando vueltas al problema, buscar activamente las soluciones al mismo. Autoeficacia: confiar en las habilidades propias para enfrentar desafíos y alcanzar las metas. Creatividad: fomentar la apertura a nuevas ideas y enfoques, lo que puede mejorar la innovación.
Aquí es conveniente traer la perspectiva que nos evoca la metáfora del “vaso medio lleno o medio vacío”: verlo medio lleno implica una actitud positiva y optimista, mientras que verlo medio vacío sugiere una visión negativa o pesimista. Una mentalidad positiva es fundamental para enfrentar los desafíos de la vida y alcanzar el éxito, especialmente en el ámbito del emprendimiento.
Fotografía: Freepik.com