El domingo 24 de febrero de 1918, el nombre Magallanes saltó al terreno de juego por primera vez en el mundo del beisbol venezolano. Esa mañana, el club que nació en las mesas de un botiquín de Catia, el viernes 26 de octubre de 1917, se enfrentó al equipo Flor del Ávila, novena que lo vapuleó 20 a 6.
Por: Javier González
El encuentro se disputó en terrenos adyacentes a la Plaza Catia o Plaza Sucre como se le conoce hoy. Ese primer equipo Magallanes desapareció pocos meses después, en mayo de 1918. No por culpa de la Gripe Española, como se afirma, sino por divergencias entre sus directivos.
Casi 10 años más tarde, en 1927, surgió otro club de pelota con el nombre de Magallanes, cuya vida no fue tan efímera como el anterior, pues permaneció activo hasta 1933. Este Magallanes de 1927 a 1933, tuvo tanta popularidad que hasta el sector que lo vio nacer tomó su nombre: Magallanes de Catia.
En 1941, Carlos Lavaud revivió el nombre Magallanes en el beisbol caraqueño, donde aún se recordaba con nostalgia ese mote. El Magallanes de Lavaud vivió años de glorias, tanto en la pelota de Primera División (1941-1945) como en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (1946-1956).
Cansado de los “sinsabores” de nuestro beisbol y de perder dinero, Lavaud decidió, en 1956, no continuar con el equipo. Entonces, no asistió más a reunión alguna en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, por lo que, de acuerdo a los estatutos de esta institución, le fue retirada la franquicia.
La pérdida de los derechos en esta Liga, impidió, naturalmente, la continuidad de su equipo dentro del máximo ente rector de nuestra pelota profesional. Lavaud tiró a la quiebra al Magallanes, pero reservó para sí los derechos del nombre, registrados por él en 1944.
La Liga Venezolana de Beisbol Profesional, de acuerdo con sus reglamentos, subastó una nueva franquicia, cupo o derecho, la cual fue ganada por dos veteranos de la II Guerra Mundial: Joe Novas y Johnny Cruz, publicistas norteamericanos de origen latino, quienes entonces fundaron el equipo Oriente Baseball Club.
Más tarde, en 1962, Novas y Cruz le vendieron el equipo al empresario Rafael “Fucho” Tovar, quien le cambió el nombre por el de Orientales. Luego de dos desastrosas campañas, donde tuvo cuantiosas pérdidas económicas, “Fucho” Tovar vendió el club al empresario radiofónico Antonio José Istúriz, quien logró que Lavaud le concediera los derechos del nombre Magallanes, tras lo cual, en la temporada 1964-65, Orientales saltó al terreno de juego bajo el nombre de Magallanes y con el apodo Navegantes incorporado al uniforme.
Como ven, este Magallanes no tuvo nada que ver con el Magallanes que existió entre 1941-1956, mucho menos con el de 1917 y el de 1927.
En 1969, Istúriz vendió el Magallanes con franquicia y todo a un grupo de empresarios carabobeños, quienes trasladaron el equipo a Valencia. De manera que el actual Magallanes tiene sus orígenes en la franquicia del Oriente de 1956.