Por: Jessica Morales @jessicaamorales
Llegó uno de esos momentos del año en el que el presupuesto familiar debe atender un gasto muy importante: la compra de útiles escolares. Algunas familias han tomado previsiones, han adelantado la compra de algunos de estos útiles o han reservado algo de dinero para adquirirlos en los próximos días.
Muchos padres y representantes ya empezaron a recorrer librerías y papelerías para consultar precios y tratar de ubicar los textos y artículos que requerirán los niños y jóvenes en el nuevo año escolar. Esta sigue siendo una recomendación fundamental: caminar un poco, comparar precios y calidad, sobre todo en este tiempo de inflación y limitada variedad.
Si ya cuenta con la lista de útiles escolares de sus hijos, empiece por revisar si tiene algunos de éstos en casa. Verifique el estado de los que quedaron del año pasado. Podría descubrir que muchos pueden reutilizarse el año que comienza. Por ejemplo, sacapuntas, creyones, tijeras, goma y temperas.
¿Y por qué no? También los cuadernos y libretas. Probablemente algunos aún cuentan con una gran cantidad de hojas en blanco. Si es así con un poco de creatividad pueden ajustarse para terminar de usarse. Pueden volver a forrarse y destinarse a una de las asignaturas del nuevo grado. Eso sí, no está de más consultar al docente sobre esto.
Pregunte a sus familiares, amigos y conocidos si cuentan en su casa con alguno o varios de los libros que requerirá su hijo en el nuevo año escolar. También ofrezca a ellos esos que ya tus hijos utilizaron. Un intercambio es una buena opción para ahorrar y aprovechar al máximo los recursos con los que se cuenta.
Consulte a los maestros y profesores cuáles son los útiles que requerirán los estudiantes al inicio del año y cuáles podría ir comprando en el transcurso de éste, en función de su presupuesto y de la oferta en el mercado. Adquirir la lista progresivamente podría ser una opción.
Algo importante a la hora de comprar útiles escolares es cerciorarse de que no contengan sustancias tóxicas.
No olvide pedir la factura por cada compra. Esto, además de ser un deber y un derecho, le permitirá hacer algún cambio si es necesario y también llevar de manera más sencilla y precisa el control de los gastos que ha realizado para completar la lista de útiles.
