La Organización de las Naciones Unidas declaró el 5 de junio como Día Mundial del Medio Ambiente luego de celebrarse en 1972, la Conferencia de Estocolmo y en donde el tema central fue el ambiente. Esta fecha nos recuerda la importancia de proteger todos los recursos naturales que nos ofrece nuestro planeta.
Cuando hablamos de medio ambiente, nos referimos a nuestro entorno, el cual está conformado por diversos elementos tanto químicos, físicos y naturales como artificiales. Este entorno condiciona nuestra forma de vida de manera social y cultural de acuerdo al lugar en donde nos desarrollemos.
A lo largo del tiempo, el ser humano, en su afán de descubrir, crear y crecer, ha utilizado para su beneficio todos los recursos que nuestro medio ambiente nos aporta, y con ellos, ha ido generando una gran cantidad de artículos, tecnologías e instrumentos con los que podemos facilitar millones de tareas, sin embargo, no todo parece ser positivo dentro de esta historia.
Con esta necesidad de crecimiento tecnológico y de infraestructuras, el ser humano se ha encargado de destruir o deteriorar sus propios recursos, cegados por la necesidad de seguir produciendo más y más cada día, no nos hemos dado cuenta de lo que hemos causado.
Entre los daños principales a nuestro medio ambiente se encuentran:
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Contaminación del agua dulce y de los mares: provocada por la actividad industrial y las ciudades.
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Contaminación del aire: procedente de la industria y los automóviles. La generación de gases de efecto invernadero representa un peligro de calentamiento global que podría cambiar el clima a nivel planetario.
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Destrucción de la capa de ozono: resultado de la emisión de ciertos gases industriales, la pérdida de esta capa atmosférica dejaría a la Tierra sin protección contra las radiaciones solares.
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Destrucción de los bosques: la pérdida de la vegetación natural, unida al calentamiento global, permite un rápido avance del desierto.
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Residuos urbanos: la acumulación de basura es un grave problema de las ciudades modernas.
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Eliminación de la biodiversidad: la pérdida de variedad biológica empobrece el ecosistema global y priva a la humanidad de importantes recursos.
A pesar de los problemas ocasionados, aún estamos a tiempo de continuar produciendo, pero de una forma más consciente, hoy en día millones de empresas, gobiernos y sociedad civil se han sensibilizado sobre este tema y luchan cada día por promover el consumo responsable de nuestros recursos naturales.
A través de pequeñas acciones, las personas pueden generar grandes beneficios. Te compartimos algunos consejos para que los puedas poner en práctica:
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Separa la basura orgánica de los plásticos y vidrios.
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Usa productos que puedan reutilizarse.
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Apaga las luces cuando estés fuera de la habitación.
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Consume vegetales y frutas orgánicos.
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Desenchufa los cargadores cuando no los uses.
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Cierra los grifos correctamente.
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Muévete en transporte público o utiliza bicicleta.
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Utiliza bolsas reusables para hacer tus compras.
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Aprovecha la luz natural.
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Recicla.
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Planta árboles.
