Son las 7:35 de la noche en Ginebra y el científico venezolano Arturo Sánchez entra en su casa.
Acaba de llegar de su trabajo en la que es considerada la meca de los físicos en todo el mundo.
Sánchez es uno de los doctores en física fundamental y aplicada que trabaja en el mayor centro de investigación dedicado a la física de partículas del planeta: el CERN, como se conoce a la Organización Europea para la Investigación Nuclear.
Enciende su computadora para conectarse con un grupo de estudiantes que está en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Dentro de poco, en la nación sudamericana serán las 2:00 de la tarde, la hora acordada para el encuentro virtual.
“Hola muchachos, bienvenidos como siempre a otra clase“, dice Sánchez a través de Hangouts, la plataforma de Google para hacer videoconferencias.
“La situación del país cambió”
En un laboratorio de computación de la UCV están sentados nueve jóvenes, solo dos de ellos son estudiantes de este semestre.
El resto son exalumnos tanto de esa casa de estudios como de la Universidad Simón Bolívar que quisieron participar en la clase que Sánchez dictaría sobre un software llamado root.
El físico de 32 años es investigador asociado del Centro Internacional de Física Teórica (ICTP, por sus siglas en inglés), del Instituto Nacional de Física Nuclear de Italia (INFN) y de la Universidad de Udine en Italia y forma parte del Centro Virtual de Altos Estudios de Altas Energías (para) Venezuela: CEVALE2VE, una iniciativa que agrupa a físicos de partículas venezolanos que viven afuera.
El proyecto nació en 2014 y fue creado por unos jóvenes que, como Sánchez, habían sido becados en el exterior para estudiar esa especialidad.
“El trabajo que están haciendo me parece extraordinario” Ángel Romero, estudiante UCV
“Varios hicimos proyectos de doctorado y maestrías. Muchos, creo que podría decir 90%, 95% de nosotros, teníamos esta idea de salir de Venezuela, de formarnos, terminar nuestros doctorados y volver al país”, le cuenta a BBC Mundo Reina Coromoto Camacho, quien, junto a Sánchez, es una de las fundadoras del grupo.
Camacho, quien como Sánchez es egresada de la Universidad de Los Andes, en el noroeste de Venezuela, forma parte del experimento ATLAS del CERN y trabaja en el Laboratorio de Física Nuclear y Altas Energías, LPNHE, por sus siglas en francés: Laboratoire de physique nucléaire et de hautes énergies.
Además del amor por la física, algo que tienen en común los miembros de CEVALE2VE es que encontraron oportunidades laborales en el exterior y decidieron quedarse sin dejar de mantener un vínculo académico con su país.
Juntos, y en su tiempo libre, crearon seminarios y el curso de introducción a la física de partículas que dictan de forma gratuita a estudiantes de tres universidades en Venezuela a través de internet.
“Era una manera de llevar la física de partículas a las aulas donde no se discutía la física de última tecnología que se está desarrollando en otros países”, dice Camacho, quien tiene posgrados en universidades de Francia, Suiza y Estados Unidos.
“La intención es ayudar a las universidades a mantener el nivel de calidad”.
Desde que comenzó el proyecto, unos 40 estudiantes han participado en sus sesiones en Venezuela.
Una pequeña multitud
Las clases que dictan los miembros de CEVALE2VE se transmiten en vivo por su canal de YouTube.
Cada sesión es dirigida por un instructor, pero -como sucedió en la clase que presenció BBC Mundo en la UCV- otros integrantes del proyecto se unen, desde diferentes países, para aclarar dudas de los estudiantes o ampliar algún punto en particular.
Actualmente el proyecto tiene ocho estudiantes en Venezuela.
Y es que los estudiantes de física de partículas nunca fueron muchos.
“Cinco en una clase ya es una multitud”, le dice a BBC News Mundo José Antonio López Rodríguez, profesor y director de la escuela de Física de la UCV.
Más que física de partículas
Las clases son un tesoro para los alumnos, que además de aprender física, ven que otros venezolanos triunfan y están en los mejores centros científicos del mundo o en empresas privadas.
Y no solo están las lecciones de física, sino otras tan básicas como navegar para encontrar una beca y consejos prácticos para solicitarla: por ejemplo, cómo escribir una carta de presentación.
En definitiva, venezolanos ayudando a venezolanos.
Así lo siente Carmen Villalba, una estudiante de 27 años que se prepara para una pasantía en el CERN.
A diferencia de las condiciones para otros estudiantes de América Latina, el CERN no solo paga el hospedaje y la alimentación, sino hasta su billete de avión.
Del otro lado
Los estudiantes en Venezuela se muestran agradecidos con sus compatriotas en el extranjero.
“El trabajo que están haciendo me parece extraordinario”, le dice a BBC Mundo Ángel Romero, químico de 31 años que ahora hace un posgrado en física y que asiste a la sesión de CEVALE2VE en la UCV.
Villalba espera algún día estar al otro lado de la pantalla e impartir conocimientos a otros estudiantes.
Como sucedió con Anabel Romero, quien en 2016 se graduó de Física en la Universidad Simón Bolívar.
Tras seguir la primera edición del curso de CEVALE2VE se dedicó a estudiar física de partículas y consiguió una pasantía en el CERN en 2015.
Actualmente hace un doctorado en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, en Estados Unidos, y es instructora de CEVALE2VE.