Para alcanzar el éxito es necesario diferenciarse de la competencia, ya sea a nivel individual o como empresa. Hay que desarrollar una forma diferente de los competidores, y para ello la innovación es básica.
La duda es como aplicar esa innovación a nivel profesional. En este caso, Javier González, CEO del Instituto Superior Magna Coaching, recomienda hacer no solo mejor las cosas, sino hacer cosas mejores, apostando por novedades, adaptándolas a las características de los clientes y realizando la puesta en práctica y la implantación en base a la excelencia.
Así, y según el coach, la mejor forma de diferenciarse es adquirir estas cinco competencias profesionales que permiten que los demás aprecien las diferencias.
1. Constancia
Picasso decía que quería que cuando llegase la inspiración le encontrase trabajando. La constancia es clave. Hay que establecer un horario de trabajo con una agenda lo más cerrada posible y que nada ni nadie desvía de ella.
2. Conocimiento
Hay que conocer qué es lo importante. Hay que aprender a dedicar el tiempo adecuado a cada tarea en función de su importancia, y saber decir ‘no’ a lo poco relevante. Todo lo que haga debe aportar valor, ser esencial para algún proceso y determinar el rendimiento de su carrera profesional.
3. Comunicación
Hay que cambiar la forma de comunicar, practicando la escucha activa y la asertividad en las relaciones interpersonales. Hay que lograr que los demás sean felices y quieran trabajar a su lado, una buena forma de diferenciarse de la competencia.
4. Confianza
Hay que mostrar seguridad y confianza en las capacidades propias cuando se adquiera una nueva tarea o una nueva responsabilidad. “Para vencer un peligro, salvar de cualquier abismo, por experiencia lo afirmo; más que el sable y que la lanza, suele servir la confianza que el hombre tiene en sí mismo” (La vuelta de Martín Fierro – Poema XXXII de José Hernández).
5. Compromiso
Hay que comprometerse con la mejora y el desarrollo profesional. Hay que poner empeño en adquirir nuevas técnicas, competencias y conocimientos.
Fuente: elEconomista