Por Ignacio Serrano (@IgnacioSerrano)

Los Tiburones están clasificados a los playoffs en la LVBP. La primera mitad del campeonato premió al mejor equipo, con un ticket que le permite disfrutar de la postemporada. ¿Por qué no buscar ahora las más sobresalientes actuaciones individuales?

Dixon Machado podría ser el Novato del Año. Es verdad que ya pasó por las Grandes Ligas, pero nunca había jugado en este circuito, lo que le hace elegible.

Machado bateó para .295, antes de quedar fuera por bronquitis, y anotó 20, con .889 de OPS (entre los mejores de ambos departamentos). Además, su defensa en el short del Caracas fue excepcional.

Pero ojo: el inicialista José Osuna, de los Bravos, ligó sobre .350 de average. Y Luis Díaz, abridor de los propios Leones, puso 1.27 de efectividad. ¿Por qué no ellos?

Alexis Candelario tiene que ser el Pitcher de Año. O mejor dicho, del medio año. Llegó de Italia para limitar a los bateadores a un promedio de .156 en su contra, con 27 ponches (tercero en el circuito) y 0.76 de efectividad. Tan sorprendente como brillante.

Buddy Bailey, manager de Candelario, merece una distinción como piloto. Desde mediados de 2014 viene ensamblando esta buena versión de La Guaira y ya está en los playoffs.

¿Qué tal César Suárez como regreso? Conectó para .261, con 4 vuelacercas y .714 de OPS en la justa pasada, sólo para subir a .358 de average en esta oportunidad.

El magallanero Hassán Pena no tiene rivales como el cerrador más destacado. Con 13, va camino del récord de 21 salvados impuesto por Santos Hernández hace tres lustros.

¿Y el Jugador Más Valioso? ¿Quién merece la mención, al hacer el corte de la primera mitad?

Hay opciones, como en los demás renglones. Pero ninguno con más méritos que Rangel Ravelo, cubano como Pena, pero de los Cardenales. Fue líder con .420 de average, segundo con 5 jonrones y segundo con 23 empujadas.

¿Mantendrán el paso en la segunda parte? Está por verse. Pero a estos no hay quien les quite lo bailado.

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