Hoy 24 de enero, se celebra la memoria de San Francisco de Sales, patrono de los comunicadores sociales y de los escritores. San Francisco de Sales, francés del siglo XVII, vivió en el corazón de la reforma protestante como obispo católico en la calvinista Ginebra.
Fue un destacado autor de espiritualidad y de vida cristiana y fundador e inspirador de Congregaciones Religiosas. Ha sido calificado como “uno de los más fieles trasuntos del Redentor” y de él dijo San Vicente de Paúl que fue “uno de los hombres que mejor ha imitado al Hijo de Dios en su vida mortal”.
Escribió más de 30.000 cartas, con ágil y fresco estilo literario, en las que sobresalió como espléndido comunicador de valores cristianos y humanos. Introdujo la praxis de dirigirse a los fieles mediante unas hojas u octavillas -como precedente de los modernos medios de comunicación-, que se distribuían en los hogares.
Destacó por su hondura intelectual, su calidad humana, su profundidad religiosa, su celo pastoral, su exigencia espiritual y ascética, por sus intuiciones y sentido práctico, realista y concreto. Es el santo del amor de Dios en las distintas circunstancias de la vida. Dotado de grandes aptitudes comunicativas y dotes psicológicas para conocer y acompañar a las personas, sus escritos y sus predicaciones sobresalían por su adaptación a los fieles, por sencillez y profundidad, por su estilo literario y periodístico pulido, cuidado, hermoso, cercano y por su excelente magisterio.
Fallecía a los 55 años de edad en 1662 y tres siglos después el Papa Pío XI lo declaró patrono de los periodistas.