Por Ignacio Serrano (@IGNACIOSERRANO)
No es común reunir en un mismo manager la condición de campeón de la LVBP y una cédula de identidad que muestre al piloto con menos de 40 años de nacido.
Omar López es el último entre poquísimos casos así. El 3 de enero cumplió 38 años de edad y acaba de celebrar la corona con los Caribes de Anzoátegui.
La carrera de López se parece mucho a los inicios de Carlos Subero, otro antiguo infielder, cuyo trayecto como pelotero activo tampoco prosperó en las ligas menores.
Subero fue visto desde muy joven como el manager del futuro por Ariel Prat, entonces presidente de los Leones del Caracas. Finalmente, su gran oportunidad llegó en noviembre de 2005, cuando fue nombrado sucesor de Omar Malavé, quien había renunciado al cargo en plena ronda eliminatoria.
El novel técnico tenía 34 años de nacido, pero no se arredró. Pidió que le asignaran como coach de pitcheo a Julio Franco, ex lanzador profesional y scout de alto vuelo, y entre los dos metieron a los felinos en los playoffs, luego en la final y, finalmente, en la Serie de Caribe.
Subero probablemente ha sido el piloto venezolano más joven en alzar un trofeo como campeón en el clásico regional. Pero de seguro a López no le importará tener el segundo lugar en ese ranking, con tal de que él también celebre.
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