Por Gerson Johan López
Caracas está de aniversario. Hace 447 años Diego de Lozada funda la ciudad y la bautiza como Santiago de León de Caracas. Es una ciudad bulliciosa, alegre y dispatarada. Ese encanto tocó a citadinos como Juan Antonio Pérez Bonalde quién le dedicó un verso enamorado:
Caracas allí está; vedla tendida
a las faldas del Ávila empinado
odalisca rendida a los pies
del sultán enamorado (…)
El viejo centro de la ciudad es apenas una referencia de los desvanecidos edificios que originalmente dieron vida y forma a un entramado de casitas pujante que respiraba progreso.
La densidad de población y el desplazamiento de los habitantes de interior del país a la capital, la urbe dejó de ser la ciudad de los techos rojos con amplios ventanales y corredores, para convertirse en un puzzle trepidante que puede sorprender con sus sinsabores, sus virtudes o su nobleza.