Por: @eco_aliados
El plástico forma parte de nuestras vidas para casi cualquier producto que usemos diariamente. Pero también que es un dolor de cabeza para el medio ambiente, porque su degradación puede tardar hasta 150 años, lo que produce contaminación.
Es por eso que investigadores de la Universidad de Portsmouth y el Laboratorio Nacional de Energía Renovable del Departamento de Energía de Estados Unidos, han diseñado una enzima que puede digerir algunos de los plásticos más contaminantes.
Este descubrimiento tan importante, que fue publicado en la revista PNAS, podría ser clave en la tarea del reciclaje para millones de toneladas de plástico que están hechas de polietileno o PET, que actualmente sobrevive durante 100 años en el ambiente.
Los científicos estudiaron la parte cristalina del PET, donde hallaron una enzima que digiere este material, y utilizaron esta información en 3D para comprender cómo funciona.
Durante la investigación diseñaron sin planificarlo una enzima que es aún mejor para degradar el plástico que la que desarrolló la naturaleza.
Ahora los investigadores están trabajando en mejorar la enzima para que pueda utilizarse de forma industrial y así descomponer los plásticos en poco tiempo.
Microplásticos prohibidos
Desde enero de este año está prohibido en Reino Unido que los uniformes médicos, cremas, pasta de diente y otros productos para el cuidado personal contengan contaminantes micropláticos.
Ha entrado en vigor la prohibición de utilizar estos materiales para la fabricación de estos productos y ya a partir del mes de julio de este año se prohibirá su venta.
Actualmente muchas de estas mercancías utilizan esferas pequeñas de plástico y luego terminan en toneladas de agua de los mares del mundo lo que aumenta la contaminación.
Algunos investigadores afirman que alrededor de cinco billones de fragmentos de plástico flotan en los mares, por lo cual se busca una forma de proteger y disminuir esa cifra.
Igualmente están estudiando aplicar algún tipo de impuesto a las tazas desechables de cadenas populares de café que ofrecen esta bebida para llevar.
El rechazo al uso de plástico, entre ellas las bolsas, desde 2015 ha provocado que la producción se reduzca en nueve mil millones de unidades.
