TiFox, la empresa gestada por Nicolás y Tommy en las aulas de su escuela secundaria, hoy tiene planes de expandir la producción de sus calcetines a nivel nacional y además sumarán franelas, shorts y calzas térmicas, entre otros productos deportivos.
Por Orlando Luna
Recientemente, las redes sociales alborotadas anunciaban que el emprendimiento de un par de jóvenes estudiantes argentinos, había alcanzado facturar 300 millones de pesos (300 mil dólares). En 2018, Nicolás Sigal y Tommy Cohen cursaban el último año de secundaria y tuvieron la idea de vender en su país, medias antideslizantes usadas por los futbolistas europeos, pero poco conocidas en Argentina.
Al año siguiente, 2019, con una inversión inicial de 800 dólares importaron, desde China, 250 pares de dichas medias para probar como funcionaba el negocio. Cuatro años después, las producen ellos mismos, y terminaron 2023 con una producción de 250 mil pares de medias antideslizantes y una facturación de 300 millones de pesos argentinos.
TiFox, la empresa gestada por Nicolás y Tommy en las aulas de su escuela secundaria, hoy tiene planes de expandir la producción de sus calcetines a nivel nacional y además sumarán franelas, shorts y calzas térmicas, entre otros productos deportivos.
Esta historia no tiene una inspiración divina, Nicolás y Tommy se formaron en un ambiente que estimulaba a los estudiantes a pensarse como emprendedores. Ellos mismos apuntan que “de su escuela salen muchos emprendedores de distintas áreas. Se animan a intentarlo porque la formación te da una base para entender la lógica de los negocios y unas materias de gestión administrativa”.
Destacan que, a emprender, los ayudó el hecho de combinar su educación formal de la secundaria y la universidad con otras herramientas. “En el emprendimiento es muy importante la calle, codearte con otros emprendedores, leer mucho sobre casos reales de éxito y de fracaso”.
Nicolás y Tommy, ahora son también motivadores de otros jóvenes que aspiran a emprender: “Nuestro consejo para otros jóvenes es que si tienen un proyecto, prueben y se la jueguen. Te van a decir que no es una buena idea, que eso que pensaste ya lo hacen miles de personas. Hay que superar los ‘no’. Cuando eres joven es el momento para arriesgarse, para hacer de lo que te gusta tu trabajo. Si son perseverantes, lo van a lograr. Eso si, tengan mucha paciencia, insistan y no bajen los brazos. Y, finalmente, hay que saber pedir ayuda: entender cuando hay otra persona que sabe hacer cosas mejores que nosotros y nos puede aconsejar”.
Fuente: “Somos Emprendedores” Argentina
Foto: Diario “Época” Corrientes, Argentina
