Por: Sarai Coscojuela | @ecoaliados21

Seguramente muchas veces te preguntas qué otros usos se le puede dar al aceite después de cocinar. Según un estudio el bioplástico natural que produce este aceite una vez frito tiene las mismas propiedades termomecánicas que los plásticos tradicionales. 

Es por eso que el laboratorio Bio-On está desarrollando un nuevo bioplástico que solucionaría la problemática de eliminar este tipo de aceites.

Estos laboratorios tienen sede en Bolonia, Italia y opera en el campo de los bioplásticos, por lo que han decidido utilizar como materia prima un material de desecho entre los más caros en términos de eliminación y con un alto impacto medioambiental.

El aceite de fritura se unirá ahora a otras materias primas que utilizan en Bio-On para producir bioplásticos como la melaza de remolacha azucarera y caña de azúcar, restos de frutas y papas, carbohidratos en general y glicerol.

El biopolímero que salga de este proceso será un producto natural y completamente biodegradable.

El presidente del laboratorio asegura que este es el resultado de dos años de investigación, que además permite aprovechar enormes cantidades de este producto de desecho, con especial énfasis en Asia y Norteamérica, donde el consumo de los alimentos fritos es elevado y supera, según sus estimaciones, los mil millones de litro al día.

“El bioplástico natural fabricado con el aceite de fritura usado tiene las mismas características que el generado a partir de otros residuos u otros productos agroindustriales, lo que es posible gracias a un sistema de tratamiento al que se somete previamente el aceite usado”, agrega.

Cuando se compara con los plásticos tradicionales, los bioplásticos se obtienen a partir de fuentes vegetales renovables y no compiten con las cadenas de suministro alimentario. 

Además ofrecen posibilidades de aplicación incluso en sectores en los que no se utilizan los plásticos tradicionales.