Cuántos de ustedes recuerdan aquel hombre que, en el estadio Universitario, antes de comenzar los juegos, se paseaba por la tribuna gritando: ‘Uno para diez, dos para veinte”.
Javier González
¿Lo recuerdan? Era Pulido, el vendedor de Pool.
Este divertido juego, que consiste en acertar el pelotero que anota la primera carrera del encuentro, lo implementó Pulido en el estadio Cerveza Caracas en 1942. Lo trajo de Cuba, donde lo vio durante la Serie Mundial de Beisbol Amateur de 1941.
En La Habana el juego se conocía como la quiniela, aquí Pulido decidió llamarlo Pool porque así denominaban entonces al juego de 5 y 6. Después hubo otros vendedores de Pool, también muy conocidos en el estadio de la UCV como Gutiérrez y Germán Paga, pero fue Pulido el que lo implementó en nuestro país.
En otras partes de Venezuela, también se realizó este juego. En Maracaibo, por ejemplo, existió el Pool de Mumú, y en Maracay, el Pool de Onésimo.
Uno para diez… dos para veinte