Aprovecha herramientas como YouTube para llegar a más de 52 millones de usuarios en México a través de vídeos que promocionen tu marca.
Un anuncio en el noticiero nocturno de canal 2. Ese es el sueño de Samia Luna. Con dicha publicidad –está convencida– su pequeño negocio de artesanía y joyería de plata se colocaría en la ruta de las grandes ventas. Por desgracia, llegar a la frecuencia de López Dóriga es un objetivo que pocas organizaciones pueden lograr. Según un tarifario 2015 de Televisa, un spot de 20 segundos en el citado informativo tiene un costo de entre 800 mil y 1.1 millones de pesos mexicanos; y si la emprendedora optara por otros canales de la televisora, los precios oscilarían entre 5 y 500 mil (considerando un comercial de 20 segundos en distintas frecuencias, horarios y días).
Ante semejante nivel de costos, Samia podría hacer dos cosas: mantener viva su aspiración televisiva o seguir el camino que otros emprendedores y Pymes están transitando: utilizarYouTube para promocionar sus productos o servicios, así como para posicionar su marca. Y en ese sentido, si crees que la conocida plataforma de vídeos online –lanzada en 2005 y que Google adquirió un año después– sólo sirve para publicar y compartir “clips chistosos”, ha llegado el momento de que redefinas tu visión.
Como señala John Farrell, director de YouTube para América Latina, “YouTube es una plataforma ideal para comunicarte con las audiencias, darles a conocer tu marca y sus productos. Esto aplica no sólo para las grandes empresas, sino también para los pequeños negocios”.
Ventajas de estar en línea
Desde la perspectiva de negocios, YouTube ofrece dos ventajas clave: audiencia y facilidad para desarrollar estrategias de publicidad y marketing. Respecto al primer beneficio, hay una realidad que ya nadie puede negar: ver y compartir vídeos en línea es una de las actividades preferidas de los internautas.
En el ámbito mundial, de acuerdo con entidades como Ericsson y comScore, 70 por ciento de los usuarios se enlaza a la red para ver clips; es decir, ubica a los vídeos en línea como una de sus principales razones para conectarse. En México, según estudios de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci), este indicador se ubicaría por arriba de 40 por ciento (en una comunidad integrada por más de 52 millones de internautas).
Para 2018, el gusto por los materiales audiovisuales –afirma la empresa Cisco (proveedor global de soluciones de conectividad)– causará que 79 por ciento del tráfico de Internet esté relacionado con contenidos de vídeo. Por lo tanto, si descartas el vídeo online como herramienta de promoción, tu negocio le cerrará la puerta a millones de consumidores potenciales.
Otro beneficio a capitalizar es que YouTube no cobra por subir y mantener un clip en línea –un vídeo con alcance verdaderamente global y que no estará sujeto a restricciones de hora o día–. De hecho, para usar la plataforma, basta con que te registres en la página Web y abras un canal para tu empresa; el proceso será más sencillo si ya eres usuario de algún servicio de Google, como Gmail.
Además, utilizando recursos que tienes a tu alcance –como la cámara que usas para tus vacaciones o la que está disponible en tu computadora o teléfono móvil– puedes crear sin mayores problemas el videoclip que subirás a la solución de Google. Si deseas crear un material más sofisticado, considera distintos gastos de producción (cuyo monto dependerá del clip deseado): renta o compra de una cámara profesional; compra o renta de sistemas de audio e iluminación; contratación de publicista o casa productora; firmar a actores o modelos; etc.
¿Vale la pena realizar estas inversiones (que podrían implicar montos de miles de pesos)? Los aficionados al video online –de momento– son muy tolerantes en materia estética (no esperan que tu clip tenga el sello de González Iñárritu), siempre y cuando el video de tu negocio sea original, útil y divertido. Elementos que no conseguirás con el mejor encuadre de la cámara más sofisticada del planeta, sino con análisis y planeación.
“Sin un plan estratégico que respalde a los videos, lo único que se logrará es perder tiempo o dinero, o ambas cosas”, apunta Luis Maram, editor en jefe del sitioluismaram.com y experto en materias de marketing.
Luces, cámara y visión
Para crear un video de YouTube que ayude a impulsar las ventas de tu empresa o que contribuya a posicionar tu marca, los aspectos tecnológicos no deben distraerte. Antes de sentarte en la silla del director, piensa en tus consumidores, en la información que los puede atraer a tu exhibidor audiovisual.
Si analizas a tu audiencia e identificas sus gustos y necesidades, te será más fácil imaginar el clip ideal. No te limites a crear un video para mostrar las cualidades físicas de tu producto o servicio; también podrías diseñar tutoriales (para explicar el funcionamiento y los beneficios de tu oferta); testimoniales (en donde tus clientes actuales reconocen la calidad de lo que ofrece tu empresa o avalan tu eficiencia en servicio al consumidor); o servicios de información (consultorio de dudas, recomendaciones y recorridos virtuales por tus instalaciones).
Para cualquier modalidad que elijas, existen buenas prácticas que facilitan el desarrollo de una estrategia promocional basada en vídeos en línea. Aquí te presentamos algunas:
El tiempo es oro. En vídeos estrictamente publicitarios (que muestran los atributos de una marca), los expertos recomiendan una duración de entre 30 y 60 segundos. Para tutoriales o testimoniales podrías necesitar más tiempo, pero evita rebasar el límite de los cuatro minutos. Y cualquiera que sea el caso, dedica especial atención a los primeros momentos, pues al espectador online se le atrapa o se le pierde en los primeros cinco segundos del clip.
No eres la estrella. En el vídeo, aborda temas que despierten el interés de la audiencia y no seas egocéntrico (no hables sobre lo brillante que eres o de lo extraordinario que es tu negocio; aunque no tengas dudas en ambos aspectos). Tu mensaje publicitario debe ser sutil y estar enmarcado en una historia que estimule la curiosidad. Por ejemplo, si tienes una cafetería, no dediques un video para demostrar que tu negocio prepara el aromático ideal; mejor crea un mini documental sobre las características que distinguen a la taza perfecta, y aprovecha el clip para mostrar que el café que ofreces cumple con dichas cualidades.
Ayuda. Si bien debes evitar la “estrellitis”, no olvides que la gente busca respuestas en los vídeos online –soluciones a dificultades que enfrenta cotidianamente–. Pon tu conocimiento al servicio de tu audiencia: brinda consejos, recomendaciones y tips. Asume el rol de ser un experto útil.
Compromete. Programa la publicación de nuevos clips y da seguimiento a los comentarios (dudas o críticas) que dejen en tu canal de YouTube. La nula interacción con los usuarios y la irregularidad en la presentación de materiales nuevos –dicen los especialistas– son dos de los principales factores que sepultan a las iniciativas empresariales de vídeos en línea. Hacia el final de tus clips, fomenta el vínculo con la audiencia (“suscríbete a nuestro canal” o “regálanos un like”) y anuncia próximos contenidos (“la siguiente semana te vamos a contar cómo…”).
Respeta las reglas. Los vídeos que se muestran en YouTube deben cumplir con varios requisitos. Entre otras normas y condiciones, la plataforma vigila el cumplimento de copyrights; prohíbe la publicación de materiales que inciten al odio o la discriminación, que sean sexualmente explícitos, que promuevan actividades ilegales o de alto riesgo, etc. Si tienes dudas, en el sitio de YouTube encontrarás una guía completa sobre las restricciones.
Fuente Andrés Piedragil Gálvez Soyentrepreneur.com