Por: Elías Pino Iturrieta | @eliaspino
Gracias a los apuntes del conde Gillaume Mathieu de Dumas, quien visitó La Victoria en 1780, tenemos oportunidad de conocer a Juan Perdomo, un vecino a quien se le ha dado poco lugar en las páginas de la historia. Perdomo era juez equilibrado y médico diligente, según el conde, razón por la cual era muy apreciado en la población, pero llamó la atención del visitante por su ilustrado verbo. Hablaba en francés sobre los libros de Rousseau y de Raynal, que conocía en profundidad, y se interesaba por las noticias del extranjero. Pidió al visitante que le hablara de la revolución de los Estados Unidos y preguntaba por sus detalles debido al entusiasmo que el suceso le provocaba. Así, dice el conde Mathieu, ¨fui descubriendo a cada paso el germen de una insurrección que, por haber sido tardía, estalló con más furor¨. Personajes como Juan Perdomo, ignorados por la mayoría de los libros que estudian la época, contribuyeron a la preparación del movimiento de Independencia.