Por José Suárez Núñez
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Hace como un lustro Estados Unidos estaba produciendo un tope de unos 5 millones de barriles diarios de petróleo y el resto lo importaba, y en uno de los estados que menos habían trascendido, Dakota del Norte, unas cuantas pequeñas y medianas compañías de exploradores petroleros, hacían algo que ahora pueden identificarse como “emprendedores”, y crearon una revolución utilizando técnicas, supuestamente obsoletas, que se practicaban hace siglo y medio.
Nunca se imaginaron que iban a estremecer el mercado petrolero y enfurecer a Arabia Saudita que se propuso exterminarlos. Esos exploradores, usando el fracking (fracturamiento hidráulico) en un corto período de cuatro años, levantaron la producción petrolera de Estados Unidos de casi 5 millones de barriles diarios a más de 9 millones de barriles diarios, y llevaron al país, al exclusivo club de los tres grandes: Arabia Saudita, Rusia y Estados Unidos.
El periodista estadounidense Russell Gold, le siguió la pista a Edward A. L. Roberts un hombre que cobraba 200 dólares por ponerle cargas de pólvora a los pozos en Titusville, Pennsylvania, donde nació la industria petrolera en 1859. Roberts murió en 1881 y era en esos años uno de los hombres más ricos de Estados Unidos.
Roberts hizo su fortuna cuando patentó una especie de bomba que bautizó “torpedo” ubicándola en el fondo de los pozos y estos producían más petróleo. Roberts en 1866, siete años después del descubrimiento del primer pozo de petróleo comercial, patentó su “torpedo” para fracturar la roca donde se refugia el petróleo. La rudimentaria tecnología era colocar pólvora y luego nitroglicerina en el fondo del pozo, previamente lleno de agua. El agua forzaba la explosión hacia la roca, en vez de elevarse en el pozo.
Ya en 1932, la empresa química Dow Chemical comenzó a usar ácido clorhídrico mezclado con arsénico. El agua forzaba la explosión hacia la roca en vez de elevarse en el pozo. Su invención cayó en desuso cuando comenzaron a ocurrir los grandes descubrimientos de los campos petroleros gigantes de Texas (Spindletop, 1901), Oklahoma y California, y por supuesto sus pozos no necesitaban ser fracturados para producir miles de barriles diarios cada uno.
Para 1938 unos 25.000 pozos habían sido acidificados. Pero los ingenieros se dieron cuenta que el ácido funcionaba mejor en lutitas que en areniscas, que conformaban la mayoría de los yacimientos.
En el año 1955 más de 100.000 pozos habían sido fracturados hidráulicamente. Inclusive, en 1959 se propuso fracturar los pozos productores de gas natural con bombas nucleares, unas pruebas se hicieron realidad en 1967, 1969 y 1973 (era la época de falta de energia en EEUU y los países árabes habían originado el primer embargo petrolero).
El presidente Nixon respaldó los proyectos, pero los ciudadanos a quienes iba a llegarles ese gas producido protestaron y se detuvieron las pruebas.
En los años 70 era un dicho entre los ingenieros petroleros: (…) cuando todo lo demás falla, fractúralo… La técnica moderna del fracturamiento de las lutitas comenzó en 1998. Nick Steinsberger, un ingeniero de petróleo graduado de la Universidad de Texas-Austin en 1987, propuso para fracturar los pozos usar solo mucha agua, junto con la arena para mantener las fracturas y con algunos químicos, en lugar de la mezcla de gel que se usaba.
Más recientemente, las empresas de servicios petroleros Schlumberger y Halliburton, que dominan lastécnicas del fracking, utilizan tecnología y diseños propios para fracturar los pozos. Sus resultados son más limpios, ya no se usan químicos ni biocidas para tratar el agua e inyectarlos. Sus procesos cada vez son más amigables con el ambiente, y los tiempos y los costos para realizar los trabajos se han reducido drásticamente. El rendimiento de los pozos trabajados se ha incrementado.
La tecnología de fracturamiento hidráulico en Venezuela está muy bien registrada desde 1962 en innumerables publicaciones de Petróleos de Venezuela y particulares. A raíz del primer Congreso Venezolano del Petróleo, celebrado en Caracas en marzo de 1962, la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleos-SVIP, solicitó a un grupo importante de profesionales de la industria petrolera venezolana el trabajo titulado “Aspectos de la Industria Petrolera en Venezuela” obra que fue ampliamente discutida en dicho Congreso.