Por: Sarai Coscojuela | @ecoaliados21
Actualmente los edificios son los responsables del 40% del consumo de energía y 36% del total de las emisiones de CO2, que son las que provocan el calentamiento global, la subida del nivel del mar y cambios en el ecosistema.
Es por eso que las sustituciones de las zonas de acristalamiento ineficientes en los edificios por ventanas de cristal inteligente energéticamente tienen gran potencial para lograr la disminución en el consumo de energía, para la iluminación y el control de la temperatura.
Quienes llevan adelante este proyecto, son investigadores de la Universidad de Kassel en Alemania.U
Harmut Hillmer señaló que el vidrio inteligente que desarrollan se basa en millones de microespejos, invisibles a simple vista y refleja la luz solar entrante en función de las acciones de los usuarios, la posición del sol, el día y las estaciones, proporcionando una dirección de luz personalizada en el interior del edificio.
Este conjunto de microespejos es inmune al viento, a la limpieza de las ventanas o a cualquier cambio meteorológico, porque se encuentra en el espacio entre los cristales rellenos de gas, como el argón o el criptón.
Además, el acristalamiento proporciona calor solar gratuito en invierno y evita el sobrecalentamiento en verano, permite luz natural, ahorro de 35% de energía y una reducción de hasta 30% de CO2.
Crédito imagen: Hillmer et al. / https://ecoinventos.com/vidrio-inteligente/
En verano, si no hay usuarios, todos los espejos cambian de posición vertical, manteniendo el calor solar en el exterior. Esto ahorraría en energía al minimizar la transferencia de calor. Cuando los sensores detectan a una persona, los espejos superiores se abren y reflejan la luz del día en la zona del techo.
De esta forma la sala se mantiene fresca donde no hay personas, ahorrando energía en la climatización.
En invierno, si no hay usuarios, todos los espejos se abren y así recogen energía reflejando la radiación solar en una pared, actuando como un calentador por radiación. Así se ahorra energía para la calefacción.
Cuando se detecta a una persona, igualmente en invierno, todos los espejos redirigen toda la radiación solar hacia el techo para minimizar el deslumbramiento. El techo en este caso actúa como un calentador de radiación, ahorrando energía para la calefacción.