Imagen: Cortesía Site de Caribes de Anzoátegui
Por Ignacio Serrano (@IgnacioSerrano)
Ya es hora de poner la mirada sobre ese manager novato que tiene a los Caribes de Anzoátegui viviendo el mejor comienzo en la historia de la franquicia. Ya es hora de prestar mayor atención a Omar López, el sucesor de Alfredo Pedrique.
Estamos ante el primer piloto venezolano, según algunos registros, que ha ganado 13 de sus primeros 15 juegos en la LVBP.
López tiene casi una década de experiencia como técnico en Estados Unidos y Venezuela. Tiempo suficiente para que una parte de la prensa considerara que la suya era una candidatura interesante, cuando la gerencia tribal asomó su nombre algunos meses atrás.
Quienes le conocían poco tenían razones para la duda: nunca había dirigido más allá de clase A y los indígenas tenían candidatos de mayor trayectoria en el Caribe, como el puertorriqueño Eduardo Pérez.
Le tocaría suplir, además, nada menos que a uno de los dos estrategas criollos que han conducido un equipo de Grandes Ligas, Pedrique –el Manager del Año en la última temporada–, otrora timonel de los Diamantes de Arizona en la Liga Nacional.
Pero López tiene buena escuela. Desde sus tiempos con el Magallanes, equipo donde tuvo una corta pasantía como jugador del cuadro, hizo carrera como coach bajo la óptica de su antecesor y maestro.
Nació en Valencia. El 3 de noviembre cumplirá apenas 37 años. Es el más joven entre sus pares en la zafra 2014-2015.
Tomás Pérez, quien ha sido uno de sus mejores bateadores, cuenta 40 años de edad. Alex Herrera, uno de sus relevistas, tiene 38. Oscar Salazar, uno de sus sluggers, festejó 36 años en junio. Cory Aldridge, su principal bate importado, anda por los 35.
López puede parecer un pelotero más entre tantos contemporáneos. Pero ya ha tenido tiempo de mostrarse como técnico con ojo y capacidades. Fue uno de los responsables de la firma de José Altuve, cuando muchos en los Astros de Houston consideraban inútil darle chance a un pelotero tan bajito, y tiene una corona en las menores de los siderales, en clase A media, en 2013.
La escuela de Pedrique elude los aspavientos y exige el esfuerzo colectivo. Por eso, no sorprenden las respuestas del novato dirigente. “Voy a ser lo más honesto posible: esto no me empobrece ni enriquece, ni me hace ser más o menos que nadie”, le dijo hace unos días al periodista Reyes Ureña, cuando éste lo llamó para hablar de la vanguardia que le había arrebatado a las Águilas del Zulia. “Estamos de primeros gracias al trabajo hecho en conjunto”.
Caribes le debe el mejor inicio en la historia de la franquicia al buen ojo de la gerencia y a un estratega que está cumpliendo con las expectativas. Será entretenido ver cómo termina lo que tan bien ha comenzado.
Imagen cortesía: http://www.caribes.net/images/stories/noticias/prensa_220914_520x347.jpg