Centralia se convirtió en una ciudad fantasma tras un incendio que inició en el año 1962 dentro de una mina de carbón abandonada. Las autoridades de Pensilvania decidieron tomar cartas en el asunto para extinguir de manera definitiva ese incendio.
En el portal Veoverde publicaron el artículo Pensilvania quiere apagar una mina que arde desde 1962, sobre el caso.
Centralia, también llamado Silent Hill, es un poblado que en 1981 tenía cerca de 1.000 habitantes. En 1962 un incendio en una fosa de una mina de carbón abandonada se expandió por distintos túneles subterráneos alcanzando casi todo el pueblo.
Cuando la gente de la zona comenzó a darse cuenta del siniestro no tardó en abandonar el poblado luego que Pensilvania invirtiera más de 4 millones de dólares en la reubicación de estas personas.
Hasta el día de hoy no se ha podido extinguir el fuego. Solo 10 personas estarían vivendo en el pueblo, convirtiéndose en un lugar totalmente desolado, de hecho la película “Terror en Silent Hill” está inspirada en esta villa.
El yacimiento tiene tanto carbón que podría seguir ardiendo por 250 años más. Sin embargo, es imperante para las autoridades de Pensilvania acabar con este siniestro de una vez por todas, puesto que el incendio podría incluso llegar al aeropuerto internacional de Pittsburgh y a un gasoducto, lo que podría provocar una tragedia de palabras mayores.
Si bien nadie ve el incendio como una amenaza inmediata, el peligro es inminente, explica The Guardian. Por un lado el riesgo propio del fuego, por otro, su impacto en las aguas subterráneas y en la atmósfera a través de los gases contaminantes.
No se sabe a ciencia cierta cuántas minas estarían encendidas, puesto que hubo muchas minas pequeñas de las cuales ni siquiera hay información. “Este es el legado de la época de la minería, y ahora es algo con lo que tenemos que lidear”, explica John Poister, coordinador de comunicaciones del departamento de protección al medio ambiente de Pensilvania.
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