Por: Sarai Coscojuela | @eco_aliados
Los inventos que se dan cada día en pro del ambiente no deben dejar de sorprendernos. La energía, el agua y el aire son parte vital de nuestras vidas y diferentes científicos se dan a la tarea diaria de buscar formas de preservarlos para mejorar nuestra calidad de vida y así cuidar el planeta.
Desde hace algún tiempo tenemos presente las ciudades flotantes. Una de ellas es la City of Meriens, diseñada por el arquitecto Jacques Rougerie y tiene un parecido al de una mantaraya.
Esta ciudad flotante tendría un poco más de 900 metros de largo y 500 de ancho, además tendría capacidad para siete mil investigadores, profesores y estudiantes. Igualmente estará equipado con laboratorios, aulas y viviendas, así como espacios para el ocio.
La laguna interior estará diseñada para recibir buques dedicados a la investigación oceanográfica. Por tal razón esta ciudad sería completamente autosuficiente, obteniendo la energía de fuentes renovables y así minimizar su impacto en el entorno.
El arquitecto Rougerie describe con ilusión su amor por el mar: “Me siento muy, muy a gusto bajo el agua. Me siento diferente. Mi imaginación se despierta tan pronto estoy bajo el agua. “Mi esperanza es que otros que comparten este amor conmigo continuarán estudiando y protegiendo los mares de la Tierra”.
Otra ciudad flotante que viene en camino estará cerca de la Polinesia Francesa para el año 2020. Se llamará Artisanópolis, una idea impulsada desde California, Estados Unidos, con un ex ingeniero de Google y el cofundador de PayPal, que buscan extender en las aguas internacionales un nuevo modelo de sociedad en plataformas flotantes y ecológicas y punteras tecnológicamente.
Ya los científicos lograron firmar un acuerdo con las autoridades de la Polinesia. Contará con casas, parques, oficinas e infraestructuras que permitan a las personas vivir ahí.
El objetivo es atraer a las personas para que implementen un nuevo estilo de vida, enfocado en acuacultura y cultivo vertical, así como investigaciones desde la ciencia y la ingeniería hasta la ecología, energía de las olas, medicina, entre otros.
Será una ciudad sostenible que no causará daño alguno al océano, con hidroponía, plantas desaladoras, reciclaje de residuos y captación de la energía del sol, el aire y el mar para así hacer una vida más amigable con el medio ambiente.