Formar ciudadanos a través de la educación, es esencial para modelar individuos comprometidos con su comunidad y capaces de participar activamente en una sociedad más inclusiva, justa y pacífica.

Por Yuly Castro

Meta 4.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 4 sobre la Educación) “garantizar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial  y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, entre otros medios”. 

Nuestra sociedad, cada vez más urbana, global y enfrentada a grandes desafíos en lo económico, cultural, social y ambiental, requiere de un sistema educativo que se adecue a estas múltiples realidades.

En ese sentido, formar ciudadanos a través de la educación, es esencial para modelar individuos comprometidos con su comunidad y capaces de participar activamente en una sociedad más inclusiva, justa y pacífica.

Para lograr esto, es fundamental fomentar valores como el respeto, la tolerancia, la solidaridad y la responsabilidad cívica en los programas educativos. A través de actividades prácticas y participativas, se puede enseñar a los jóvenes a integrarse a sus comunidades y convertirse en ciudadanos activos y responsables de su entorno.

¿Pero cómo lo hacemos?

• Fomentando un ambiente de convivencia pacífica y enriquecedora.
• Desarrollando habilidades de liderazgo y trabajo en equipo
• Incentivando la participación de niños y jóvenes en acciones comunitarias.

A continuación, proponemos una serie de actividades de sencilla implementación en las aulas para lograr dichos objetivos:

1. Talleres de resolución pacífica de conflictos: Mediante dinámicas y juegos de roles, se enseñarán estrategias para abordar conflictos de manera respetuosa y constructiva.
2. Proyectos de servicio comunitario: Los jóvenes participarán en actividades de voluntariado, como limpieza de parques, colaboración con organizaciones sociales o asistencia a personas mayores, promoviendo así su participación activa en la comunidad.
3. Círculos de diálogo y debate: Se organizarán espacios de discusión, donde los jóvenes podrán expresar sus opiniones y aprender a escuchar a los demás, ejercitando así su capacidad de diálogo constructivo y respetuoso.
4. Juegos cooperativos: Se fomentarán juegos y dinámicas cooperativas que requieran trabajo en equipo y colaboración, con el fin de consolidar habilidades de liderazgo y cooperación.
5. Visitas a instituciones y charlas inspiradoras: Se organizarán visitas a organismos gubernamentales, organizaciones sin fines de lucro o conferencias con personalidades destacadas, con el objetivo de ampliar el conocimiento sobre las estructuras y procesos que sustentan la participación ciudadana.

Recursos:

1. Material audiovisual y textos: Documentales, videos y libros relevantes sobre convivencia, ciudadanía y participación comunitaria, para enriquecer el conocimiento de los jóvenes.
2. Espacios de encuentro y colaboración: Aulas y salas de reuniones adecuadas para llevar a cabo talleres y círculos de diálogo.
3. Apoyo de especialistas: Colaboración con profesionales en el campo de la psicología social o ciencias de la educación, para el diseño y desarrollo de los talleres y actividades.
4. Recursos comunitarios: Alianzas con organizaciones y grupos comunitarios que puedan brindar apoyo y facilitar espacios para el servicio comunitario y las visitas.

Fuentes:

https://es.unesco.org/themes/ecm/definicion#:~:text=La%20educaci%C3%B3n%20para%20la%20ciudadan%C3%ADa%20mundial%20aspira%20a%20ser%20un,m%C3%A1s%20inclusivo%2C%20justo%20y%20pac%C3%ADfico.

https://educacionencontexto.net/journal/index.php/una/article/view/40/72