Nacido en la capital carabobeña el 5 de febrero de 1933, Tovar Bracho está considerado como una de las mejores voces del deporte en todas las épocas. Sus inicios en la radio se remontan a al año 1952, como locutor de guardia en la “Voz de Carabobo”.
Por Javier González
Desde mediados de los años cincuenta, concretamente en la campaña 1955-56, a través del circuito radial del equipo Valencia Industriales, la fanaticada del béisbol profesional venezolano apreció el talento de Carlos Tovar Bracho, con su emblemática frase; ¡Saludos!, fanáticos.
Nacido en la capital carabobeña el 5 de febrero de 1933, Tovar Bracho está considerado como una de las mejores voces del deporte en todas las épocas. Sus inicios en la radio se remontan a al año 1952, como locutor de guardia en la “Voz de Carabobo”.
Con los desaparecidos “pericos” carabobeños trabaja desde la primera campaña del club. Según el profesor Carlos Manuel Alvarado Borjas, en su libro “Crónicas del Valencia Industriales (1955-68)” compartía sus labores de locutor de guardia en la emisora Radio América con el rol de narrador exclusivo en los encuentros que se celebraban en el estadio Cuatricentenario, haciendo llave con Ricardo Julio Oliveros, como locutor comercial, mientras que cuando el club se trasladaba a jugar en Caracas, Abelardo Raidi perifoneaba desde la cabina del estadio de la Ciudad Universitaria.
En la pelota profesional, además del conjunto Valencia Industriales, trabajó con los circuitos radiales de los clubes Tiburones de La Guaira, Leones del Caracas, Águilas del Zulia, Caribes de Oriente y Navegantes del Magallanes.
Desde finales de los años sesenta incursionó con éxito en las transmisiones de Grandes Ligas a través de la televisión en las emisoras Radio Caracas, Cadena Venezolana de Televisión (posteriormente VTV) y Venevisión.
Tovar Bracho también domina otras disciplinas desde los primeros días de su carrera: en boxeo y baloncesto se destaca con su pormenorizada descripción del acontecer en los cuadriláteros y tabloncillos.
Su trayectoria fue más allá de la radio y la TV, desempeñándose como gerente general de los equipos Orientales y Magallanes a comienzos de los años 60. A principios de los años setenta también se apreció su capacidad y compromiso para ofrecer a los lectores del diario “Meridiano” una amena columna que tituló “Descripción sobre el papel”.
En materia de boxeo formó parte de la llamada época dorada de esta disciplina Venezuela, cuando se logró una alta cosecha de títulos mundiales de los años setenta, por parte de figuras como Antonio Gómez, Alfredo Marcano, Betulio González, Vicente Paúl Rondón y Luis “Lumumba” Estaba, entre otros, y como la voz principal de los programas semanales del promotor zuliano “Rafito” Cedeño, a través de Venezolana de Televisión, mientras que junto a su inseparable socio, Néstor López, llegó a transmitir, generalmente a través de la señales de Radio Continente y el “Gigante Rumbos” más de dos centenares de peleas por campeonato mundial desde todos los rincones del mundo.
Carlos Tovar Bracho falleció a la edad de 68 años, el 6 de marzo de 2001. Su nombre fue inmortalizado en el Salón de la Fama del béisbol venezolano en el año 2009.
