Aunque pueda parecer descabellado, la venta de aire, de humo o de piedras puede tener un mercado si se aborda de manera creativa

Por Orlando Luna

En el mundo de los emprendedores, la creatividad y la innovación no tienen límites y, prueba de ello, es que varias ideas inusuales y hasta absurdas encontraron su camino al éxito: vender aire, convertir piedras en mascotas, cobijas con mangas y, más recientemente, alquilar colchonetas para dormir en apartamentos o una aplicación para “ligar”.

En este artículo, comentaremos algunas de esas locas ideas que ganaron la atención del público y demostraron que pensar “fuera de la caja” puede traernos buenas ganancias y hasta divertirnos.

Pet Rock: Este emprendimiento apareció en 1975. Su autor Gary Dahl, ejecutivo publicitario, compartía con amigos en un bar y los escuchaba quejarse de la atención requeridas por sus mascotas; allí tuvo la idea para la mascota perfecta, convertida en piedra: no requería alimentación, ni paseos, no enfermaría ni exigiría baños etc. Sin embargo, lo que empezó como una broma fue tomado en serio y así nació la  “pet rock” (roca mascota).

Las “pet rock” eran piedras grises ordinarias, vendidas como “mascotas vivas en cajas de cartón diseñadas con ventanas para que la mascota respirara y, en su interior, tenía un relleno de paja.” Venían acompañadas de un entretenido manual, donde se aconsejaba cómo entrenar y cuidar a la mascota de piedra. 

Al público estadounidense le encantó la idea y Dahl vendió, en el solo año que duró el emprendimiento, más de 5 millones de mascotas ($15) y se convirtió en multimillonario de la noche a la mañana. En 2012, las “pet rock” estuvieron de vuelta y se siguen vendiendo por 20 dólares.

Aire embotellado:  No deja de sorprender que alguien venda “aire fresco”. Pero sí, empresas de distintos países y regiones lo hacen; “Air de París” comercializa botellas de aire de París o de la región de los Alpes. La idea ha tomado fuerza y hasta el principado de Andorra, que se jacta de tener uno de los aires más puros del mundo, vende  2 botellas por 100 euros. Así, ahora podemos respirar, sin necesidad de viajar, aires de Mallorca, de la región suiza o de la que nos apetezca.

Aunque pueda parecer descabellado, la venta de aire, de humo o de piedras puede tener un mercado si se aborda de manera creativa y se les da un valor que atraiga a los consumidores. El valor de un producto no siempre está relacionado con su utilidad intrínseca y, a veces, el mercadeo hace magia y transforma un producto aparentemente sin valor  en algo deseable. Además, vender algo tan básico puede inspirar nuevos modelos o formas de negocio.

Con información de “La Razón” de España y Wikipedia.