Nuestra cotidianidad es nociva para el ambiente y sí podemos hacer la diferencia. Las pequeñas decisiones generan un impacto positivo en el ambiente.
Por Yuly Castro
¿Qué impacto real pueden tener nuestras acciones individuales en la preservación del medio ambiente?
A pesar de que nuestras acciones cotidianas puedan parecer insignificantes frente a los grandes desafíos ambientales, la combinación de pequeñas decisiones puede tener un impacto significativo. Desde disminuir el uso de plástico, reciclar desechos, reutilizar objetos -o darles una segunda oportunidad-, hasta preferir medios de transporte más sostenibles, cada acción suma.
Y no solo puedes modificar tus costumbres, sino también promover una mentalidad de responsabilidad compartida en tu círculo cercano. Esto ofrece varios beneficios, desde la obtención de recursos y experiencias, hasta poder iniciar proyectos que individualmente son difíciles de emprender.
Puedes organizar entre tus amigos, familiares, compañeros de trabajo o vecinos de la comunidad, jornadas de donaciones o trueque de artículos que ya no usen; promover el reciclaje creativo, transformando palets, botellas de plástico o latas en muebles, lámparas, cultivos hidropónicos… ¿te imaginas un invernadero de vegetables en tu vecindario?
¿Qué puedes hacer?
La pandemia del Covid 19 forzó a la humanidad a recluirse en sus hogares, y, sorpresivamente, benefició al planeta. Durante esos meses cayeron las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuyó el consumo de energía eléctrica y de combustibles fósiles, hubo menor contaminación sónica, se recuperaron ecosistemas y vimos especies animales pasearse a sus anchas por calles y avenidas.
Conclusión: nuestra cotidianidad es nociva para el ambiente y SI podemos hacer la diferencia.
¿Cómo?
– Usa la bicicleta, y si ello no es posible, fomenta en tu círculo cercano la movilización de varias personas con un mismo destino en un solo vehículo.
– Utiliza el ventilador en lugar del aire acondicionado. Su consumo de energía es bajo y es menos agresivo para el ambiente y la salud.
– Recicla ropa vieja o dónala: con un poco de imaginación, tijeras, aguja e hilo convierte esos jeans en carteras, camisas que ya no te quedan en bolsas para la compra y juguetes para niños, como títeres, hay cientos de ideas en YouTube.
– Tiendas de segunda mano: como dice el dicho, lo que es basura para ti puede ser un tesoro para otros. Dales una oportunidad a tus chécheres o arma tu propia tienda (tremenda oportunidad de negocio).
– Cuando laves ropa utiliza luz solar para secarla.
– Promueve la separación de desechos sólidos en tu comunidad. Es un camino que nos falta por andar en muchos países latinoamericanos.
– Evita quemar basura o hacer fogatas en espacios públicos.
– Ahorra agua y electricidad usando agua fría y aprovecha al máximo la capacidad de la lavadora.
– Riega las plantas durante la noche o muy temprano para evitar la evaporación.
– Limita el uso de vasos desechables utilizando tus propios termos y tazas en la oficina o centros de estudio.
– Revisa que tus llaves no goteen.
– Apaga luces y dispositivos electrónicos cuando no los uses.
– Utiliza bombillos LED eficientes en energía.
– Participa en actividades comunitarias de limpieza, conservación y reforestación.
Fuentes:
https://blog.oxfamintermon.org/5-ideas-de-reciclaje-creativo/