La Universidad Católica Andrés Bello creó la Cátedra Andrés Bello con el objetivo de promover los estudios bellistas desde una perspectiva crítica e integral de la manera más plural posible, destacando la importancia que tienen para la comprensión de nuestro pasado, presente y futuro. Banesco Banco Universal se sumó a este esfuerzo patrocinando esta Cátedra con un aporte de Bs.F. 25.000.

La intención es que esta cátedra sirva de  plataforma institucional para el estudio de la vida y obra de Andrés Bello, cuyo nombre fue escogido por los fundadores de la universidad para representar los más altos valores nacionales, enmarcados en un ideal de cultura y formación ciudadana integral. De esta manera, la cátedra está llamada a ser la referencia fundamental de los estudios bellistas, cumpliendo con el compromiso histórico que tienen los ucabistas como venezolanos y miembros de una institución que lleva el nombre del insigne caraqueño.

Para la UCAB,  los estudios dedicados a la vida y obra del humanista caraqueño Andrés Bello constituyen una disciplina fundamental para el conocimiento de realidad cultural venezolana, es por ello que la Cátedra “Andrés Bello” quiere ser la culminación natural de la larga tradición bellista que en la Universidad Católica Andrés Bello nace bajo la bendición de su segundo rector, el padre Dr. Pedro Pablo Barnola, S.J., reconocido como una de las máximas autoridades en el estudio de Bello durante el siglo XX.

Asimismo, la Cátedra “Andrés Bello”, destinada al estudio, la reflexión y la difusión de las ideas del humanista universal, quiere entenderse como reafirmación del rescate moderno de su figura “en” y “desde” la Universidad Católica Andrés Bello, identificada como el espacio ideal para alcanzar estas metas. Para esta iniciativa Banesco otorgó la cantidad de Bs.F. 25.000.

Juan Carlos Escotet, presidente de Banesco, señaló durante el acto de inauguración que  “la divulgación de una figura como Andrés Bello, con todas las implicaciones de su pensamiento y su vida, forman parte de las necesidades estructurales, de los contenidos que la sociedad venezolana debe procesar si mantiene vigente su aspiración a una convivencia más digna”.

Para el ejecutivo, “esa dignidad que me permito sugerir, no se circunscribe sólo al valor que significa proyectar la ambición incesante de Bello de comprenderlo todo, sino también a un hecho que, demasiadas veces olvidamos en nuestras sociedades, y que es uno de los temas que las instituciones sensibles de la sociedad deben incorporar a sus agendas: me refiero al tema de la propia calidad de vida de los intelectuales, de los hombres de letras como Andrés Bello, cuya circunstancia vital estuvo asediada siempre por dificultades y carencias que deberían considerarse como indeseables o inaceptables para aquellos hombres de su genio y trascendencia”.

De Bello, Escotet recordó que se trató de “un hombre preocupado por los demás, por el destino de los pueblos de América Latina: ese fue Andrés Bello a lo largo de los 83 años de su fructífera vida. Tuvo una vida dura… pero su lucha fue siempre incesante, y la luz que guarda su obra, espera, no sólo por nuevas generaciones de bellistas dispuestos a extraer de ella nuevas significaciones, sino que merece una acogida de mayor y compleja receptividad en el seno de la sociedad venezolana”.

En el acto de inauguración de la Cátedra Fundacional Andrés Bello estuvieron presentes el padre Luis Ugalde, rector de la UCAB;  María Elena Febres Cordero, decana de la Facultad de Letras y Humanidades de dicha casa de estudios y Luis Fernández Ramírez, director de Tecniciencia y también patrocinante de la iniciativa.