La disciplina del tiro le dio a Venezuela la segunda medalla olímpica de la historia por intermedio de un emigrante nacionalizado que nos representó en la cita de Roma 1960.
Por Javier González
Enrique Forcella, quien contaba con habilidad especial para el manejo de la carabina, cumplió sobresaliente desempeño en la jornada del sábado 10 de septiembre en la modalidad de posición tendido a 50 metros de distancia del blanco, y obtuvo la presea de bronce para igualar la hazaña que, en 1952, en Helsinki, consiguió por primera vez el atleta zuliano Asnoldo Devonish en la prueba de salto triple.
Desde la capital italiana, la agencia France Press envió el siguiente despacho, que fue publicado por diferentes diarios del país: “La competencia olímpica de tiro terminó hoy, y en el último día le correspondió a Venezuela salvar el honor de los competidores iberoamericanos, mediante una magnífica demostración de precisión realizada por Forcella Pellicioni, que con un total impresionante de 587 se clasificó en tercer lugar, entre los mejores tiradores del mundo, en la prueba de carabina en posición de tendido”.
El venezolano, descendiente de italianos, nacido en Mónaco, el 18 de octubre de 1907, quizás hubiese tenido una mejor clasificación si no hubiera sido por una ráfaga de viento que le desvió el tiro en su segunda serie, en la que marcó un 97. En las otras cinco anotó 98 de cien, para dar una gran demostración de precisión.
El evento fue ganado por el alemán Pete Kohnke con 590, seguido por James Hill, representante de Estados Unidos, con 589 puntos.
Forcella, quien estaba cerca de cumplir 53 años cuando compitió en los juegos de Roma, llegó a tierras venezolanas en la primera mitad de los años cincuenta para nacionalizarse posteriormente.
Comenzó a practicar e intervenir en competencias infantiles de carabina en Italia a los 12 años, pero abandonó la disciplina al poco tiempo.
Mucho tiempo después, ya radicado en Caracas, se reencontró con este deporte el cual combinó con su profesión de decorador y ebanista.
En pruebas de tiro de alto nivel de competencia, en representación de Venezuela, inició su exitosa carrera en el Campeonato Mundial de 1958 en Moscú, Unión Soviética, donde logró un honroso tercer lugar.
Poco antes de terminar los Juegos Olímpicos de 1960 la delegación venezolana que presidía don José Beracasa celebró en un restaurante de la capital italiana la brillante actuación de Forcella. En el acto estuvo presente José Mascarell, quien envió una crónica que fue publicada en el diario El Nacional, la cual resume, al final, lo que significó la medalla para el tirador:
Cansado de la vida mundana en torno a Montecarlo y su famoso casino, Forcella dio nuevos rumbos a su vida al radicarse en una tierra nueva.
Ya lograda por completo su adaptación, ha dado al mundo el ejemplo de la particular idiosincrasia de la Venezuela moderna, que se revitaliza con el cruce con personas de buena voluntad de distintas procedencias.
Todo eso y mucho más lo resumió Forcella con extrema sencillez. “Esta medalla”, dijo, “no es mía. Pertenece a Venezuela”.
En 1963, ganó la medalla de oro en la misma disciplina en los Juegos Panamericanos de Sao Paulo, Brasil.
Poco antes de retirarse, compitió en los Juegos Olímpicos de México 1968, ocupando el puesto 44 en la modalidad de rifle en posición tendida con blanco a 50 metros.
Forcella, quien tiene el récord como el atleta de mayor edad que ha representado a Venezuela en Juegos Olímpicos y ha subido al podio, falleció en Caracas, a los 82 años, el 25 de octubre de 1989.