El Arcángel Miguel protege los templos contra el mal. Y en el caso de Santa Capilla parece haber tenido mucho trabajo.
En ese lugar, Diego de Losada ordenó la construcción de una ermita para San Sebastián, quien debía contrarrestar las flechas envenenadas de los indígenas. Pero en 1600 la ermita se quemó y luego una invasión de langostas hizo que la gente le rezara a San Mauricio para que espantara esos insectos. Como las langostas se fueron con su apetito a otra parte, los caraqueños cambiaron de patrono: le dieron la ermita a San Mauricio.
El mandato le duró poco a San Mauricio: en 1641 un terremoto derrumbó la edificación y solo se salvó la imagen del santo. Fue su último milagro como patrono.
En 1667 rehicieron la construcción pero esta vez con ladrillos, cal y madera y se mantuvo en pie hasta que el terremoto de 1812 la derrumbó completamente.
En el año 1883, surgió sobre sus ruinas la preciosa capilla encargada por el presidente Antonio Guzmán Blanco al arquitecto Juan Hurtado Manrique. Guzmán Blanco le dijo al arquitecto: “Quiero una réplica de la SainteChapelle de París”.
La Santa Capilla es de estilo gótico.El 5 de Agosto de 1926, su Santidad el Papa Pío XI designó a la Santa Capilla como Basílica Menor y en 1979 fue declarada Monumento Histórico Nacional.
Hay quienes dicen que el demonio se alborota en SainteChapelle porque allí supuestamente están la corona de espinas de Jesús y la lanza con la que el soldado Longinos hirió al crucificado.
Un caballero cruzado llamado Wallon de Sarton robó el cráneo de San Juan Bautista y lo llevó a Amiens. La reliquia reposa en la Catedral Notre Dame de Amiens. Esta Catedral es como hermana gótica de la SainteChapelle de París.
Esa bien sabido que cuando Jesús recibió la noticia de que habían asesinado a Juan el Bautista, fue a un monte desierto cerca de Betsaida porque deseaba estar solo. Pero una multitud lo siguió. Jesús curó a los enfermos y predicó su mensaje. Los apóstoles se preocuparon porque no había comida para tanta gente. Un niño cargaba cinco panes de cebada y dos pescados. Jesús los convirtió en miles de panes y pescados.
Los cristianos creen que San Miguel Arcángel le cierra el paso al demonio para que jamás entre a la SainteChapelle, a la Notre Dame de Amiens, y a la Santa Capilla de Caracas. Allá afuera la batalla es eterna.
Pero en el interior del templo caraqueño sorprenden la paz silenciosa de su altar, sus lámparas de bronce, sus vitrales y la pintura de Arturo Michelena titulada La multiplicación de los panes.