Por Jorge Rabassa
Este año habrá elecciones presidenciales en Rusia, Estados Unidos, Irán y Venezuela. China que es el segundo mayor comprador de petróleo del planeta (consumen 8,2 millones de barriles diarios) entregará este año, en una pacífica sucesión, al vicepresidente del Partido Comunista, Xi Jinping, el mando de su país para la próxima década.
El pasado miercoles 15 de febrero, Xi tuvo un largo encuentro con Barack Obama, presidente de EEUU, en Washington.
¿Estos cambios cambiarán muy significativamente los precios los precios? Rusia el año pasado superó la producción petrolera de Arabia Saudita con un bombeo de 8,2 millones de barriles diarios. Vladimir Putin irá a elecciones dentro de pocas semanas y ha mencionado como principal oferta electoral que intentará el rearme de Rusia, previendo las dificultades de sus países vecinos y regionales.
Por su parte, Estados Unidos no quiere precios altos porque tiene una factura anual petrolera de más de 600.000 millones de dólares e imprime una mayor actividad exploratoria doméstica. Está a punto de superar una producción de 6 millones de barriles, para convertirse en el tercer productor mundial después de Rusia y Arabia Saudita, aunque sigue siendo el mayor comprador mundial de hidrocarburos.
China que es el segundo mayor comprador mundial de petróleo, no celebrará elecciones al estilo occidental, pero realizará una sucesión pacífica y el futuro jefe, Xin Jinping, fue enviado al exterior para que se vaya entrenando en el poder y haga los primeros contactos con la potencia con la que tendrá que lidiar en la próxima década. Un comprador de esta magnitud hay que tenerlo en cuenta.
Irán tendrá a principios de marzo unas elecciones, en teoría primarias, para elegir los 290 puestos del Parlamento iraní, que influirá decisivamente en las elecciones generales del año próximo. Irán está en enfrentamiento con Estados Unidos y los países europeos por su programa nuclear y es partidario en subir los precios y entre los mecanismos está no elevar la producción.
En Venezuela habrá elecciones en octubre próximo y el presidente Hugo Chávez irá a la reelección y de salir triunfador seguirá su modelo socialista y si no puede aumentar la producción, irá reduciendo sus exportaciones a Estados Unidos, porque tiene un alto endeudamiento con China de 32.000 millones de dólares. Si Chávez pierde, la oposición desplazará el proyecto socialista y a la industria petrolera la limitará a sus funciones de buscar petróleo, producirlo, refinarlo y comercializarlo, con una administración comercial del negocio.
Las cifras de la Agencia Internacional de Energía, advierten que habrá mayor demanda, y la OPEP señala que habrá suficientes suministros para satisfacer el mercado y que los precios sean razonables. Por ahora, el número mágico de 100 dólares el barril rodea el precio del petróleo.
Barack Obama aspira reelegirse en noviembre por el Partido Demócrata, y aún no aparece el nombre de su contendiente del Partido Republicano. Los estadounidenses de ambos partidos no quieren petróleo muy caro. Obama acaricia que el precio de un galón de gasolina esté entre 1 dólar y 1.50 dólares y está presionando a las grandes compañías. Los republicanos, tradicionalmente, no suben los impuestos. En noviembre se sabrá quien será el ganador.
