Por: Elías Pino Iturrieta | @eliaspino
En 1814, cuando el temible José Tomás Boves avanza con sus mesnadas hacia Caracas después de derrotar a los ejércitos republicanos, el criollo conde de la Granja, ferviente partidario de la monarquía, se apresura a recibirlo con honores. Va a las afueras de la ciudad acompañado por don Juan José Marcano, un rico comerciante madrileño que se siente feliz por los triunfos del asturiano. De seguidas se copia una crónica de la época, que da cuenta del terrible desenlace de lo que quiso ser una feliz recepción: ¨El conde de la Granja llevaba su distintivo de la Cruz pequeña de Carlos III y Marcano un magnífico aderezo en su caballo. Llegaron al Portachuelo del Valle y, después de hecha su arenga, fueron asesinados sin otro fundamento que el de hacerse del aderezo y cruz de estos dos dignos españoles¨.