Suele ser habitual encontrar personas que jamás han participado de una inversión. Para muchos el tema es desconocido y no saben cómo hacerlo. Pero también hay otras razones que son difíciles de entender. Es cierto que usted siempre va a querer que su dinero se encuentre sano y salvo pero una buena inversión puede duplicar esa suma que tenga pensada en invertir. No deje que una frase típica le impida atreverse. Estas son las más típicas.
“Tengo muy poco dinero para invertir”
Si se encuentra atravesando una verdadera crisis financiera y tiene grandes deudas pendientes, quizás invertir no sea lo mejor. De resto es fácil empezar a invertir así sea con sumas pequeñas de dinero. Puede comprar sólo una acción o averiguar las inversiones que no tengan un valor mínimo para empezar. Lo que debe hacer es revisar el estado de sus finanzas y mirar qué cambios puede hacer para obtener esa pequeña suma que le ayude a empezar a invertir.
“No quiero perder dinero”
Por supuesto que siempre es una posibilidad el hecho de perder dinero en corto tiempo. Pero es que rara vez una inversión da sus frutos en poco tiempo. Además, si jamás se arriesga nunca sabrá qué pudo haber sido de ese dinero que pensó en invertir. A largo plazo puede recuperar y hasta doblar sus ganancias. La clave está en la paciencia.
“No pienso quedarme en esta compañía mucho tiempo”
Es otra frase típica de personas que deciden no invertir en los fondos de inversión o de empleados que tiene la compañía en donde trabajan. Lo que muchos no saben es que si deciden dejar la empresa, su dinero y los beneficios se le devuelven de forma intacta. Estos planes tienden a ser distintos a los de pensionados que si requieren cierto tiempo en la compañía.
“Prefiero usar el dinero para comprar cosas”
Si usted pasa por un buen momento financiero y le sobra algo de dinero le conviene mucho más invertirlo que empezar a gastarlo en compras innecesarias. Las inversiones incrementan su valor, en cambio las compras rara vez lo hacen. Por supuesto tiene el derecho de darse un lujo y comprar algo que realmente quiera pero pregúntese si realmente vale la pena o es mejor duplicar ese dinero.
“Estoy muy joven, después me preocupo por eso”
Cada día que posponga invertir es un día que le cuesta dinero. Entre más temprano decida hacer una inversión, mejor será. Esto es por la simple razón de que tiene mayores posibilidades retornos a medida que pasan los años y le suma más dinero a su fondo. No piense que es algo que sólo se deba hacer después de los 40 años, empiece joven.
“Tengo un buen salario, no tengo que preocuparme por eso”
Precisamente si tiene un buen ingreso actualmente, una inversión a largo plazo puede resultarle supremamente beneficiosa. Usted empezará a asegurar su futuro financiero al igual que el de su familia por si atraviesan momentos difíciles. Si logró invertir de manera adecuada, luego puede vender esas acciones a un precio mucho más alto del que usted pagó. La clave está en jamás asumir que tiene todo hecho.
“Mi familia tiene plata, no tengo que preocuparme por eso”
Si tiene la fortuna de contar con una familia que goce de un buen estado financiero y además usted recibirá una importante suma como herencia, seguramente estará bien. Pero esta vida de película puede fácilmente desvanecerse. Puede que usted no reciba el dinero que esperaba o éste desaparezca en impuestos u otros pagos. Por eso, siempre tenga una buena inversión como un plan B. No se quede esperando algo que le prometieron.
FUENTE: finanzaspersonales.com.co