Por: Elías Pino Iturrieta | @eliaspino
Hacia finales del siglo XIX comienzan a brotar las preocupaciones por el crecimiento de la pobreza en Caracas. La situación obedece a presencias que parecen anómalas porque antes no era frecuentes, pero, ¿de qué tipo de novedades se trata? Una crónica de La Opinión Nacional que circula en 1885 nos informa al respecto.
Cuenta su autor que, durante una visita en la casa de unos amigos, treinta y tres limosneros tocaron la puerta en solicitud de auxilio. Querían unos centavos, o comida. La situación le pareció escandalosa y por eso la refiere a los lectores, especialmente porque la mayoría de los menesterosos gozaban de buena salud y no parecían incapacitados para trabajar. No eran pordioseros sino vagos, concluye.