Yéiper Castillo tiene ocho años en el beisbol profesional y está en su cuarta temporada en laLVBP, todas con las Águilas. Jamás había sido abridor aquí. Fue relevista en 67 de sus primeros 68 juegos en la liga y no había competido por el título de efectividad.
Junior Guerra también saltó al campo rentado hace ocho años y esta es su séptima campaña en el circuito. Siempre ha pertenecido a los Tiburones, que le habían usado como apagafuegos, mayormente: sólo 8 de sus anteriores 68 compromisos habían sido desde el inicio. Nunca había competido por el cetro de ponches.
Orángel Arenas tiene un año menos de experiencia en la más alta competencia, siete, y suma cinco torneos en esta pelota, todos con los Navegantes. Ya una vez estuvo en la rotación de los turcos, un par de torneos atrás, pero esta vez ni siquiera estaba en planes para ser abridor. En ninguna de sus experiencias anteriores había optado al liderato de victorias.
La Triple Corona del pitcheo en la LVBP está repartida entre tres sorpresivos aspirantes a monarcas.
Castillo, que tomó la pelota para el duelo inaugural del Zulia, en octubre, comenzó la undécima semana con 1.56 de efectividad. De terminar así, estaría entre los cinco mejores de ese departamento en lo que va de siglo XXI. Es caraqueño y ya ha sido iniciador en el norte. El rol no le es desconocido. Pero muy pocos lo sabían por estos pagos.
Guerra nació en San Félix y también estuvo el primer día sobre la lomita de La Guaira. Desde entonces no ha parado de ponchar bateadores rivales. Llegó a la recta final con 61 guillotinados en 61 entradas. Nunca ha cerrado un campeonato con promedio de un abanicado por inning.
Arenas dio un paso al frente cuando Anthony Lerew enfermó, y volvió a tomar la bola cuando Mitch Lively sintió molestias en el brazo. Luego de eso, no hubo manera de hacerle regresar al bullpen. Natural de Cumaná, por primera vez ha llegado a cinco triunfos y disputa con el dominicano Manny Correa y el veterano Francisco Buttó el liderato de triunfos.
Nadie lo habría anticipado en septiembre. Pero en el beisbol ocurren estas cosas. A menudo alguien sale del anonimato, asume el desafío y da la sorpresa.
Por Ignacio Serrano (@IGNACIOSERRANO)
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