Hablar del Dr. José Gregorio Hernández es reconocer la más extraordinaria labor científica y seglar que haya desarrollado venezolano alguno. Porque el doctor José Gregorio -cómo le conocemos los venezolanos-, fue un pionero de la medicina y de la investigación científica en Venezuela. Pero además su altruismo, sensibilidad y devoción hacia sus pacientes le valieron la veneración de sus compatriotas, que esperan por su beatificación.
Nació en Isnotú, estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864, en el seno de una familia profundamente católica. Huérfano de madre a los 8 años, a los 13 viajó a Caracas a continuar sus estudios de bachillerato y posteriormente, ingresar en la Escuela de Medicina de la UCV, donde fue un alumno brillante: hablaba inglés, francés, portugués, alemán e italiano y dominaba el latín; y tenía conocimientos de hebreo, era filósofo, músico; así como un profundo conocedor de teología. Para cumplir la promesa hecha a su madre y con el deseo personal de ayudar a sus paisanos se traslada a ejercer la medicina en su pueblo natal.
En 1989 parte a París por instrucciones de la Presidencia de la República, con el objetivo de profundizar sus conocimientos y así contribuir a la modernización de la medicina venezolana. En noviembre ya se encontraba cursando estudios en los laboratorios de Charles Robert Richet (Premio Nobel de Medicina 1913) y Mathias Duval. José Gregorio profundiza en las áreas de Microbiología, Histología Normal, Patología, Bacteriología y Fisiología Experimental, entre otras.
Terminados sus estudios en esa ciudad, se traslada a Berlín para continuar su formación, y al regresar a Venezuela ingresa como profesor en la Universidad Central de Venezuela en Caracas; además, aprovecha para traer valiosos equipos médicos al Hospital Vargas. A él se debe la introducción del microscopio en Venezuela.
El Dr. José Gregorio Hernández
En 1891, el doctor José Gregorio Hernández regresa de Europa y, en el mes de noviembre de ese año, comienza su actividad como docente en las cátedras de Histología Normal y Patológica, Fisiología Experimental y Bacteriología, de la Universidad Central de Venezuela.
Igualmente, fue el fundador de la cátedra de Bacteriología, la primera de esta disciplina que se fundó en América, y la primera persona en Venezuela en publicar un trabajo de dicha disciplina (Elementos de Bacteriología, 1906). Fueron sus discípulos, entre otros, el doctor Jesús Rafael Rísquez, quien fue su sucesor en la cátedra de Bacteriología y Parasitología, y Rafael Rangel, considerado como el fundador de la parasitología nacional.
Paralelo a su actividad como científico, médico y docente, intentó hacerse sacerdote en 2 ocasiones. En 1908 entra al monasterio de la orden de San Bruno en La Cartuja de Farneta en Italia, retirándose nueve meses después por motivos de salud y regresando a Venezuela donde se reincorpora como docente en la Universidad Central De Venezuela, mientras ingresa al Seminario Santa Rosa de Lima.
“Ha muerto un santo”, corría de boca en boca entre los caraqueños el 29 de junio de 1919, día en que José Gregorio Hernández fue arrollado por el vehículo de Fernando Bustamante en la Esquina de Amadores, en La Pastora.
Titular de “El Universal” sobre el fallecimiento del Dr. José Gregorio Hernández
Al doctor José Gregorio le son atribuidos numerosos milagros, por lo que es considerado un santo, aun cuando su beatificación está en proceso. Hace 31 años el papa Juan Pablo II lo proclamó como Venerable, título que lo coloca en el antepenúltimo escalón en el camino a su canonización.
Al lado de la Iglesia de La Candelaria, donde reposan los restos del Dr. José Gregorio Hernández, funciona la oficina de la Causa para su Beatificación, la cual reúne las pruebas de quienes aseguran haber recibido un milagro del doctor. Los primeros datos recabados datan del año 1957, llegan de todas partes del país y del exterior -Colombia, Alemania, Italia, Tailandia, Portugal, Estados Unidos, España, República Dominicana y Ecuador- y se contabilizan más de 450 testimonios de hechos catalogados como milagrosos.
Si conoce a alguien que ha sido favorecido por un milagro del doctor José Gregorio Hernández, puede enviar su testimonio a la siguiente dirección de correo electrónico: causajosegregoriohernandez@gmail.com.
