Por: Sarai Coscojuela | @eco_aliados
El plástico se ha convertido en un dolor de cabeza para el planeta tierra. Su dificultad para la biodegradación provoca que la naturaleza se contamine más y es por eso que diversos países han puesto en marcha distintos planes para disminuir su uso.
Sin embargo, también existen inventos y estudios científicos que están dándole la vuelta y empezando a crear plástico que sea más amigable con el medio ambiente. Tal es el caso de un grupo de estudiosos brasileros que desarrollaron un plástico biodegradable con la semilla del mango.
Este plástico se podría utilizar en el empaquetado de la industria alimentaria y en la bioingeniería. El equipo de investigación de EMBRAPA Agri-Food ha creado este proyecto con el fin de buscarle otro uso a las semillas de esta fruta, que en Brasil, alcanza una producción de más de un millón de toneladas al año.
En el procesamiento industrial de la pulpa y los jugos, se desecha la semilla, que sería entre un 40 y un 60% de su volumen.
Después de tres años de trabajo se dieron los primeros resultados que fueron el desarrollo de un tipo de plástico biodegradable, hecho de la semilla del mango mezclada con un biopolímero natural.
Los investigadores probaron, en diferentes concentraciones, el uso de residuos de procesamiento del mango como un fortalecimiento de biocompuestos biodegradables utilizando el PHBV en moldeo por compresión.
La profesora Rossana Thiré asegura que estos resultados arrojan que “la fabricación de biocompuestos puede ser una estrategia para la reutilización de este producto agroindustrial”.
Otro invento con el plástico y que no contamina es Dropson, una lata reciclable que sirve para filtrar agua. Creado por españoles y franceses con el objetivo de filtrar el agua y también reducir el uso de plástico en agua embotellada.
Este sistema fue diseñado con materiales bio y plásticos reciclables y alimentarios, como lo explican los creadores. El filtro que incorpora la lata está hecho de fibras vegetales, polvo de carbón activado y bacteriostáticos naturales.
Tiene capacidad para purificar hasta 300 litros de agua durante los tres meses en los que el filtro funciona de forma óptima. Los impulsores de Dropson estiman que las familias se podrían ahorrar hasta 240 euros en agua al año.
Otra de sus ventajas es que se puede trasladar a cualquier sitio y no necesita instalación previa. Dropson depura el agua a un ritmo de un litro por minuto y se adapta con facilidad a cualquier grifo tipo estándar.