El 02 de abril fue declarado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. Este día tiene como objetivo difundir las características del Trastorno del Espectro Autista (TEA) y crear conciencia para mejorar la vida de las personas que viven con esa condición.
Hoy celebramos este día en cuarentena debido a las medidas de precaución que cumplimos por el riesgo que supone el contagio por COVID-19. Es por ello que, el Voluntariado Banesco construyó Un Decálogo de los Corazones Azules. El equipo del voluntariado investigó y recogió sugerencias y las madres de niños TEA aportaron recomendaciones basadas en su experiencia. De esta información hemos tomado 10 aspectos importantes para el cuidado de las personas con el Trastorno del Espectro Autista, durante esta contingencia.
Conoce el Decálogo de los Corazones Azules
Explícale de forma sencilla la razón de la cuarentena para que pueda aceptar las normas que existen en el hogar durante este período y enséñale a lavarse las manos bien con agua y jabón; en caso de toser o estornudar taparse la boca con un pañuelo y luego botarlo en la basura.
Es prudente estar informados, pero asegúrate de que los datos excesivos acerca de la pandemia no aumenten sin necesidad la incertidumbre y por supuesto, promueve escuchar o ver en la TV otro tipo de información.
Aplica el “combo de amor: paciencia, dedicación y fortaleza”. Realiza actividades cotidianas que se hacen en el hogar, como por ejemplo: arreglar el cuarto, lavar el baño, barrer, fregar, coletear, regar las plantas, inclusive cocinar, e intenta cumplir con un horario para despertar en la mañana y retirarse a dormir en la noche.
Observa a tu familiar para saber cómo se siente ante la situación de confinamiento y cómo reacciona al cambio de rutinas. La clave es transmitir tranquilidad y para ello, los padres deben estar tranquilos; muéstrale seguridad en la toma de decisiones, administra tus emociones para que se sientan seguros en casa y ante el cambio de rutina.
Mantén tantas rutinas diarias como sea posible. Hazle predecible su entorno, dile con anticipación qué va a hacer. Debido a que algunas personas TEA no hablan, se les pueden hacer claves visuales por ejemplo, puede ser una foto con la persona o con un tercero lavándose las manos.
Haz una rutina de ejercicios de respiración profunda. Crea circuitos: saltar, túneles, esconderse o enrollarse en mantas, jugar a juegos sensoriales con harina, legumbres, olores con especies u otros. También es un buen momento para que tu familiar con TEA pueda enseñarte algo, por ejemplo sobre juegos o redes sociales. ¡Puedes aprender mucho de tu familiar con TEA!
Toma su tapabocas y dibújale su súper héroe favorito para que se sientan tranquilo de utilizarlo. No le demuestres miedo ni preocupaciones. También puedes hacerle figuras al jabón para que se entusiasmen a lavarse las manos y si el jabón es líquido, pegarle un dibujo al envase.
La alimentación es importante, trata de hacer lo posible para que consuma alimentos sin gluten porque algunas madres han comprobado que les cambia considerablemente el humor.
Si se presenta una crisis de llanto o desespero en una persona con autismo, pon tu mano derecha a la altura del corazón de la persona afectada, trata de mirarlo a los ojos y repite: “No pasa nada, todo va estar bien”. Tratemos de calmarnos nosotros, pero expliquemos con palabras sencillas que no se puede salir, que hay peligro si salimos de casa, recordemos que ellos entienden y presienten mucho más de lo que a veces nosotros podemos imaginar.
Una persona con autismo a veces requiere que te pongas a su nivel, sea sentado o acostado a su lado; toma su mano para que sienta que estás allí, cerca; ese contacto les transmite seguridad y confianza. Ayúdalo en la medida de tus posibilidades, sin agobiarlo y sin exceder las acciones, y, lo más importante, no lo dejes solo.
Recuerda, las personas con Trastorno del Espectro Autista son únicos y viven en el mismo mundo nuestro
