La maravilla de la ingeniería que representa una telaraña no es desconocida para muchos, pero sorprende su capacidad para recolectar agua de manera eficiente.
Por Saraí Coscojuela
El agua dulce es un bien bastante preciado que puede llegar a ser escaso en diversas partes del mundo, por lo que el profesor Michal Tam, de la Universidad de Waterloo, busca respuestas a esta problemática inspirándose en la naturaleza.
La maravilla de la ingeniería que representa una telaraña no es desconocida para muchos, pero sorprende su capacidad para recolectar agua de manera eficiente.
“El agua se captura de manera óptima en la telaraña. Así, la araña no necesita ir al río para beber, ya que atrapa la humedad del aire”, comenta Tam, quien es también catedrático de Investigación Universitaria en el campo de coloides funcionales y nanomateriales sostenibles.
Por otra parte, los escarabajos del desierto de Namib brindan otra lección magistral, sin acceso fácil al agua, estos pequeños insectos han desarrollado una técnica fascinante, capturar gotas de agua del aire usando su armadura corporal texturizada. Se inclinan hacia el viento, recolectando la humedad que luego se acumula y gotea directamente a sus bocas.
Con estas dos maravillas de la naturaleza, el equipo de Tam está trabajando en la creación de sistemas que imitan estas estructuras para capturar y transformar el vapor de agua en líquido.
Una de estas tecnologías se conoce como cosecha de agua atmosférica, buscando replicar la singular estructura superficial del escarabajo, se diseñó un material que utiliza una emulsión de cera estabilizada con celulosa.
Esta superficie atrae pequeñas gotas de agua y libera rápidamente las más grandes.
Tam y su equipo están trabajando con materiales de carbono neto cero, como los naturales y basados en plantas, y explorando la ciencia interfacial y nanotecnológica para desarrollar superficies que capturen y repelen gotas de agua.
Entre los avances conseguidos, destaca un papel superhidrófobo e impermeable. Además, están diseñando una superficie inteligente capaz de captar agua del aire y deshumificarla consumiendo mínima energía.
El siguiente reto es lograr que estas superficies se puedan producir a gran escala.
Por último, inspirados en estructuras de setas, han ideado diseños estructurales inteligentes para la evaporación solar. Estos sistemas propuestos son económicos, eficientes de energía y respetuosos con el medio ambiente.