Un equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang, Singapur, ha creado un nuevo tipo de baldosas para fachadas que podría cambiar por completo el enfriamiento pasivo de edificios sin consumir energía.
Por Saraí Coscojuela
Un equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang, Singapur ha creado un nuevo tipo de baldosas para fachadas que podría cambiar por completo el enfriamiento pasivo de edificios sin consumir energía.
Las baldosas, fabricadas a partir de micelio -la red de raíces de los hongos-, y combinado con residuos orgánicos, como virutas de bambú y avena, tienen una textura inspirada en la piel del elefante para regular la temperatura, son 25 % más eficaces enfriando que versiones más planas y tienen un 70 % más de eficiencia con lluvia simulada.
La piel de los elefantes, inspiración de este proyecto, carecen de glándulas sudoríparas, pese a vivir en climas húmedos y cálidos. En su lugar, su piel arrugada les permite retener agua y favorecer la evaporación, logrando una regulación térmica eficiente.
Los investigadores, en colaboración con la firma de diseño bioSEA, replicaron esta estrategia natural en las baldosas mediante un diseño computacional que maximiza la superficie y atrapa aire fresco.
El micelio, al ser un material altamente poroso y biodegradable, presenta una conductividad térmica comparable o incluso superior a la de materiales aislantes convencionales como la lana de vidrio o el poliestireno extruido, lo que lo convierte en un excelente aislante térmico natural.
En las pruebas de laboratorio, las baldosas de contextura de piel de elefante mostraron un 25 % de mejora en la tasa de enfriamiento respecto a las planas y una reducción del 2 % en la tasa de calentamiento.
Cuando se simularon condiciones de lluvia, las baldosas mostraron su verdadero potencial: la superficie texturizada, al ser hidrofóbica, retuvo gotas de agua, permitiendo un enfriamiento evaporativo más intenso, lo que resultó una mejora del 70 % en la eficiencia de enfriamiento respecto a condiciones secas.
Este comportamiento convierte a estas baldosas en una opción ideal para zonas tropicales donde la humedad es alta y el enfriamiento pasivo puede representar un gran ahorro energético.
El equipo investigador trabaja actualmente con la start-up Mykílio para escalar la producción de las baldosas, mejorar la resistencia mecánica y durabilidad de las baldosas y realizar pruebas en condiciones reales en fachadas de edificios.