Larralde asistió como agregado olímpico a esos Juegos y si bien es cierto que nuestro país no envió atleta alguno a estos juegos, tuvo su primer representante en el artista caraqueño Alberto Egea López, quien participó en la categoría pintura con la obra Trampolín (creyón sobre papel).

Por Javier González

El 15 de mayo de 1880, nació en Caracas, Pedro José Larralde, médico y diplomático que, en 1931, como cónsul honorario de Venezuela en Los Ángeles, California, Estados Unidos, inscribió a Venezuela por primera vez en unos Juegos Olímpicos (Los Ángeles 1932).

Larralde asistió como agregado olímpico a esos Juegos y si bien es cierto que nuestro país no envió atleta alguno a estos juegos, tuvo su primer representante en el artista caraqueño Alberto Egea López, quien participó en la categoría pintura con la obra Trampolín (creyón sobre papel)  

La pintura, que hoy forma parte de la colección de la Galería de Arte Nacional de Venezuela (GAN), no obtuvo premio alguno en el mencionado evento, aunque si la buena crítica de especialistas.

Egea López fue un acuarelista, dibujante e ilustrador. Realizó estudios en la National Academy de Nueva York. Trabajó como retratista y pintor, ilustrador y diseñador publicitario para las revistas de moda Vogue y Colliers, al tiempo que laboró como dibujante humorístico y caricaturesco de las grandes estrellas del cine de la época, para la revista Cine Mundial. Su labor lo convirtió en uno de los pioneros del diseño gráfico en Venezuela.

Larralde perteneció a una familia de abolengo, propietaria de la hacienda La Carlota, cuya casa fue vendida a Alfredo Brandt, quien luego la cedió a la nación, para que fuera convertida en residencia presidencial (La Casona). Una pariente suya, Alicia Larralde, fue una conocida periodista. 

En 1938, Pedro José, apesadumbrado por la muerte de su esposa, se suicidó envenenado con monóxido de carbono, dentro de su garaje, en Hollywood, Los Ángeles. Sus restos fueron trasladados y sepultados en uno de los cementerios de Nueva York.