Por Jorge Rabassa
Venezuela se opone a la posición de Arabia Saudita de aumentar la producción de la Opep, apoyado por los poderosos productores del golfo Pérsico, Kuwait y Emiratos Arabes Unidos, los cuales consideran que un recorte de la producción elevaría el precio del barril por encima de los 100 dólares.
Los 12 ministros petroleros de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, están desde el lunes negociando en el hotel Intercontinental, en Viena, los acuerdos de la reunión que se celebrará el próximo miércoles, para culminar la conferencia del 8 de junio pasado, donde no hubo acuerdo. La Opep identifica sus reuniones como conferencia.
Despachos de las publicaciones especializadas MEES, Bloomberg, Oil & Gas Journal y otras agencias especializadas que hacen el seguimiento de la producción señalan que los 12 miembros de la Opep están produciendo actualmente 30,7 millones de barriles diarios, incluyendo la producción de Irak. Esto significa que existe un exceso de producción de 3.1 millones de barriles diarios.
Irak no tiene una cuota asignada desde la guerra del Golfo, cuando Saddam Hussein invadió Kuwait para apoderarse de sus pozos petroleros, en base a un viejo litigio fronterizo. Las Naciones Unidas le otorgaron a Irak una producción de 2.5 millones de barriles diarios como gesto humanitario para su supervivencia. Pero Irák no vende dátiles ni camellos, vende petróleo y ese producto está en el mercado. El gobierno de Bagdad está produciendo aproximadamente 2.8 millones de barriles, que están dentro de los 30,7 millones.
La producción de los 11 miembros de la Opep, que son quienes toman las decisiones, es de 27,9 millones barriles diarios, produciendo en exceso 3,1 millones de barriles diarios, de la cual se aprovechan los países que tienen capacidad cerrada, como Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Arabes.
En julio del 2008 los precios del crudo petróleo subieron velozmente hasta cotizarse a 124 dólares el barril. Posteriormente cayeron vertiginosamente hasta situarse en 30 dólares el barril a finales de ese año 2008, creando un caos en el mercado. La Opep fijó nuevas denominaciones a partir de enero de 2009 bajando la producción a 24,84 millones diarios, y logrando que en los meses y años posteriores transcurridos hasta 2011, se recuperaran los precios y se estabilizarán en 100 dólares el barril.
El año 2011 los precios se amotinaron y comenzaron a elevarse, mientras el mundo estaba en el ojo de la tormenta de la recesión. El consumo había descendido, pero los precios se alzaron no por el mecanismo de la oferta y la demanda, sino por la presencia de los especuladores bursátiles. Los grandes fondos de Estados Unidos ante la debacle de las bolsas de valores no vieron otro refugio más seguro que invertir en petróleo. El precio subió hasta 120 dólares.
En la reunión del 8 junio de 2011 no hubo acuerdo en la Opep, cuando Arabia Saudita seguido de los productores del Golfo, propusieron que el mercado no estaba satisfecho y era necesario aumentar la oferta. En esa reunión, Venezuela, Irán, Argelia y Libia aspiraban lo contrario: bajar la producción para que subieran los precios.
¿Qué pasó?, dijeron los especialistas. Que los productores del Golfo, encabezados por Arabia Saudita, que tenían producción cerrada pudieron controlar el apetito de petróleo. Los sauditas llegaron a producir 10 millones de barriles diarios y Kuwait y Emiratos Arabes, aumentaron producción por encima de 250.000 y 450.000 barriles cada uno, respectivamente.
Venezuela y sus seguidores Irán, Argelia y Libia, no estaban en capacidad de competir con producción. Adicionalmente, estos países como política de estado, prefieren bajar producción para que suban los precios. Al no poder imponer su posición cerraron el juego. Como el reglamento de la Opep dispone que el aumento o rebaja de la producción es necesario aprobar por consenso, derrotaron la posición de los sauditas y sus aliados.