Por Ignacio Serrano @IGNACIOSERRANO
La temporada del beisbol venezolano terminó a finales de enero, pero la gerencia del Magallanes sigue jugando intensamente, sólo que ahora lo está haciendo en el mercado de cambios de la LVBP.
Los Navegantes protagonizaron tres de los cuatro pactos que se cerraron en el primer mes transcurrido en el receso entre temporadas. Por ello, han adquirido siete nuevos peloteros, remodelando por completo su cuerpo de lanzadores y muy especialmente la rotación de abridores.
Los turcos adquirieron al pitcher Yohán Pino y los patrulleros Jesús Alastre y Wuilmer Becerra, en un acuerdo con los Tigres mediante el cual cedieron al grandeliga Anthony Santander y al relevista zurdo Ismael Guillón.
Recibieron después al bigleaguer Henderson Álvarez y al joven campocorto José Gómez de los Tiburones, a los que entregaron al inicialista Samir Duéñez y el catcher Juan Apodaca.
Completaron su tercer cambalache al aceptar de las Águilas a los serpentineros Wilfredo Boscán y Luis Carrasco por el outfielder José Tábata y el shortstop Humberto Arteaga.
El manager Omar Malavé lamentó durante toda la campaña la falta de abridores criollos en la nave. El presidente del equipo, Roberto Ferrari, se trazó la meta de reforzar esa área. Y después de un mes jugando duro en el mercado, tiene a Pino, Álvarez y Boscán para encabezar un grupo de iniciadores con experiencia en la MLB.
