Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son el plan maestro para conseguir un futuro sostenible para todos. Se interrelacionan entre sí e incorporan los desafíos globales a los que nos enfrentamos día a día. Para no dejar a nadie atrás, es importante que logremos cumplir con cada uno de estos objetivos para 2030.
Por Yuly Castro – Comunicadora Social
Sostenibilidad ambiental, en paralelo al crecimiento económico y el bienestar de la sociedad, es el reto que se planteó Naciones Unidas en la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados en 2015 en Nueva York. La Agenda 2030 contempla desde la eliminación de la pobreza hasta el combate al cambio climático, mejoras al sistema educativo, igualdad de género, la defensa del medio ambiente o el diseño de nuestras ciudades, entre otros.
17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de los que hemos abordado ya 10 de ellos. Seguimos:
Objetivo 11: Lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles
Más de la mitad de la población mundial vive hoy en zonas urbanas. En 2050, esa cifra habrá aumentado a 6.500 millones de personas, dos tercios de la humanidad. No es posible lograr un desarrollo sostenible sin transformar radicalmente la forma en que construimos y administramos los espacios urbanos.
Las ciudades son fundamentales para el crecimiento económico, con casi el 60% del PIB mundial. Pero también son las responsables del 70% de las emisiones de carbono mundiales y más del 60% del uso de recursos.
Con la urbanización, crecen las barriadas pobres y las infraestructuras y servicios colapsan (como la recogida de basura y los sistemas de agua y saneamiento, vialidad y transporte).
Y a ello se suma la COVID-19, que no solo está amenazando la salud pública, sino también la economía y el tejido social de los centros urbanos.
Entre las metas para el 2030, Naciones Unidas busca:
- Asegurar el acceso a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles y mejorar los barrios marginales.
- Proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles y sostenibles, mejorar la seguridad vial, y ampliar el transporte público.
Objetivo 12: Producción y Consumo responsables
Para lograr crecimiento económico y desarrollo sostenible, es urgente reducir la huella ecológica mediante un cambio en los métodos de producción y consumo de bienes y recursos. La agricultura es el principal consumidor de agua en el mundo y el riego representa hoy casi el 70% de toda el agua dulce disponible para el consumo humano.
El consumo y la producción sostenibles consisten en hacer más y mejor con menos. Hasta ahora, ambos tienen efectos devastadores sobre el medio ambiente.
Aquí algunos hechos y cifras que lo comprueban:
- Cada año, un tercio de toda la comida producida (el equivalente a 1300 millones de toneladas) acaba pudriéndose en la basura, o dañándose por transporte y recolección deficientes.
- Si todo el mundo cambiase sus bombillos por unos energéticamente eficientes, se ahorrarían 120 000 millones de dólares estadounidenses al año.
- Menos del 3% del agua del mundo es fresca (potable), de la cual el 2,5% está congelada en la Antártida, el Ártico y los glaciares.
Es así que urge, entre otras acciones:
- Reducir el desperdicio y las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción, suministro y consumo.
- Lograr la gestión ecológicamente racional de los productos químicos.
- Reducir los desechos mediante la prevención, reducción, reciclado y reutilización.
- Ayudar a los países en desarrollo a fortalecer su capacidad científica y tecnológica para avanzar hacia modelos de consumo y producción más sostenibles.
Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
Efectivamente, es urgente. El cambio climático está afectando a todos los países, alterando las economías nacionales y perjudicando a todas las formas de vida del planeta. Los niveles del mar están subiendo y los fenómenos meteorológicos son cada vez más extremos: por ejemplo, el año 2019 fue el año más caluroso de todos los tiempos.
La caída de las emisiones de efecto invernadero, producto de la desmovilización por efectos del Covid-19 en 2020 es solo temporal, pues una vez se reactive la economía mundial, desaparece.
La crisis actual, es una oportunidad para un cambio profundo y sistémico hacia una economía más sostenible, que funcione tanto para las personas como para el planeta.
¿Cómo? Entre otras medidas, Naciones Unidas propone:
- Transición verde: las inversiones deben acelerar la descarbonización de todos los aspectos de nuestra economía.
- Empleos verdes y crecimiento sostenible e inclusivo.
- Economía verde: hacer que las sociedades sean más resilientes, mediante una transición justa para todos y que no deje a nadie atrás.
Seguiremos hablando de los ODS restantes y los desafíos de la Agenda 2030 en una próxima entrega.
Fuentes:
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/climate-change-2/
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/cities/
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/sustainable-consumption-production/