Foto: cortesía LVBP
Por Ignacio Serrano (@IgnacioSerrano)
Ese manager que perdió 13 de sus primeros 15 juegos en la LVBP es mucho mejor de lo que dicen los números. Hubo un tiempo en que los equipos dirigidos por Félix Fermín eran casi invencibles. Entre 2000 y 2008, al frente de las Águilas Cibaeñas conquistó cinco coronas en nueve temporadas, un logro que en el Caribe únicamente supera Buddy Bailey, el estadounidense que se llevó seis en nueve con los Tigres de Aragua.
No hay piloto con más coronas en República Dominicana que este quisqueyano de larga carrera en el beisbol profesional, que en su tiempo como jugador del cuadro, en 1994, fue cambiado por los Indios de Cleveland a los Marineros de Seattle, como parte del paquete que entregó la tribu para adquirir nada menos que a Omar Vizquel.
Fermín es una leyenda en su país y un estratega habitual en la pelota mexicana. En Venezuela, en cambio, es el timonel con el peor inicio, el más infortunado.
Los Cardenales de Lara apostaron a su nombre y trayectoria cuando lo firmaron hace seis meses, ganándole la mano a los Leones de Caracas, que también lo querían.
Era el perfecto sucesor para Pedro Grifol, el cubano que puso a los pájaros rojos en la final de 2012 y que no pudo evitar la eliminación un año después. Pero la pelota es así: veleidosa, impredecible. El rey de Lidom repentinamente es un siervo en la LVBP.
Los crepusculares no merecían este inicio. Entregaron a Luis Jiménez, que todavía no se ha reportado a los Bravos de Margarita, y adquirieron en su lugar a Raúl Rivero, un barquisimetano que lideró a los jonroneros del circuito en las primeras tres semanas de acción. Trajeron una importación competitiva. Aseguraron la presencia de varios lanzadores que no estuvieron en la pasada zafra, durante la última eliminación.
Carlos Miguel Oropeza, gerente general de los emplumados, dio un paso al frente esta semana, para negar los rumores acerca de un eventual despido del quisqueyano y ofrecer “total respaldo” al técnico que iba a sacar a la novena del infortunio.
“Aquí ganamos como equipo y perdemos como equipo, gana y pierde Cardenales, no Félix Fermín”, Oropeza proclamó.
Es difícil tener mejor récord con un elenco cuyo pitcheo colectivo tiene 5.94 de efectividad, que además muestra un slugging de .374, antepenúltimo en la liga. Pero así es el beisbol. El mejor manager de todos los tiempos en Dominicana es el que ha tenido peor inicio en nuestro país.
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