Entrevista realizada por Lorena González I.
Florencia Alvarado es jurado del mes de julio en el concurso para Instagram #GenteQueEmprende de Banesco (*). Es una joven diseñadora y artista marabina. Conocí su trabajo por algunas cercanías que la conectan con una familia cuya tradición más intrínseca es el arte como una forma de estar en el mundo: su padre, el artista gráfico y pintor Hernán Alvarado; su tía, la performancista y docente Consuelo Méndez; su prima, la videoartista y fotógrafa Nayarí Castillo; su hermana, la también creadora emergente Valentina Alvarado. Quizás algún día se reescriba la historia de estos nexos y las diversas variables que los vincula con los territorios del arte como una cartografía cotidiana, plena de contextos, reflexiones y vidas. En el caso de Florencia es la fotografía el punto y la estrategia, el llamado crucial e instintivo que la impulsa y la ancla tras la búsqueda de un lenguaje…
LG.- ¿Cómo artista de la fotografía qué encuentras en la herramienta del Instagram como posibilidad expresiva para tu trabajo visual? ¿Hay alguna distancia entre la fotografía móvil y la fotografía digital?
FA.-Tal vez el único tema sería el de la impresión. A mí me encanta trabajar con el Instagram, con la fotografía móvil, y tengo muchas aplicaciones que he bajado para jugar con esa posibilidad de la imagen. Desde que comenzó todo el auge con la edición en el celular he sido una gran entusiasta de ello y aunque ahora hay una moda de no usar filtros me gusta mucho insertar atmósferas especiales en la imagen; incluso he comprado aplicaciones, he cambiado, he desechado las que no me gustan y siempre estoy atenta a todo lo que va surgiendo. Pero, por otro lado, cuando tu exportas estas imágenes, ellas no tienen una calidad que te permita imprimir en formatos más amplios al pensar en exhibir un conjunto en una pared. Para mí este es el único punto de atención entre el Instagram y la cámara digital. De resto, en la dinámica del día a día, trabajo con mayor comodidad desde el celular, pues lo tengo siempre a mano. Es un cuaderno de apuntes donde voy registrando cosas, situaciones, ángulos que pueden constituir una serie posterior en otros formatos y calidades.
LG.- ¿Podríamos decir entonces que quizás en tu trabajo artístico realizas más fotografías con el Instagram que con una cámara digital?
FA.- Sí, claro. Es mi día a día, es una práctica que se repite constantemente y ese ejercicio tiene una dosis de cotidianidad. Además trabajo con el Instagram; quiero decir, es parte de mi trabajo y del concepto esencial que persigo con lo fotográfico: la fugacidad de la experiencia, el tránsito y la fijeza de las cosas, la poética del instante.
LG.- ¿Y en cuanto a la práctica?
FA.- Con el Instagram estoy todo el tiempo entrenando la fotografía, estudiando la luz, las sombras, los encuadres…la manera especial de retratar a alguien. Por ejemplo, yo nunca retrato de frente, siempre estoy buscando un momento inesperado, una esquina, un fuera del eje que me permita capturar a la gente o atrapar un gesto que me interesa. Y la edición también es una faena necesaria, la posibilidad de expandir ciertas atmósferas multiplica las posibilidades de la imagen y esta estrategia hay que asumirla así, como una herramienta de investigación. El Instagram para mí no es solo un ejercicio constante de la fotografía, es fotografía. Por ello hay que usarlo para indagar, escrutar en espacios, en lugares no comunes, buscar a través de la mirada una sensibilidad más allá de la foto postal o familiar. El Instagram es perfecto para ello porque es de fácil acceso, es gratis, puedes subirlo, lo ven los demás, lo puedes compartir…
No sé por qué, pero mientras escribía esta entrevista estuve intentado localizar en el @flotography de Florencia Alvarado la primera imagen que subió a su cuenta. No la encontré. Me fue difícil hallarla no solo por las 3.030 imágenes que ha subido, sino también por ese hilo conductor que desvía la tarea obstinada de querer mirar una sola imagen. En su Instagram anida una guía invisible que va ordenando todas las partes y enlaza los fragmentos de una totalidad en proceso que está quedando allí registrada. Hay un cuidado que sorprende, una ilación secreta de elementos que la desprenden del cuaderno de apuntes, para convertir el conjunto en una obra en sí misma; una pieza viva, orgánica; estructura poética que en consonancia perfecta con la herramienta usada seguirá revelando las maravillas y abismos de su propia fugacidad.
(*) Banesco Banco Universal, en alianza con Instagramers Venezuela, presentó el Concurso de Fotografía Móvil #GenteQueEmprende. Desde el 1° de mayo hasta el 31 de diciembre de 2014, los seguidores de Banesco en la plataforma Instagram podrán postular imágenes originales que destaquen el esfuerzo y logros de emprendedores venezolanos. Habrá menciones mensuales y en enero se anunciarán los ganadores de los tres primeros lugares del Concurso y se editará un libro con las mejores fotografías.
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