Cada 14 de enero una multitud de creyentes se reúne en honor a la Divina Pastora para festejar su día. Se realizan procesiones, ofrendas y diversas actividades para celebrar la santa patrona del pueblo larense.
La Divina Pastora es una de las tantas advocaciones marianas que existen en la religión católica, su origen se remonta al año 1700, cuando el fraile capuchino Isidoro de Sevilla la vio en uno de sus sueños.
De acuerdo a su relato, Fray Isidoro vió a la virgen María en un paisaje campestre rodeada de animales y vegetación, vestía una túnica morada y un manto azul. En su mano sostenía un cayado pastoril, a su lado había un lobo escondido tras unos arbustos, en representación del acecho del demonio.
Fray Isidoro conmovido y sorprendido por la imagen en sus sueños, acudió inmediatamente al taller de un pintor famoso que pertenecía a la escuela pictórica de Sevilla y le pidió que la ilustrara tal como la había visto en sus sueños. El pintor Alonso Miguel de Tovar cumplió con las expectativas del retrato, y una vez lista, el Fraile la llevó al santuario de San Gil. Tres años más tarde, la imagen de la Madre del Divino Pastor, como también es conocida, realizó su primera procesión por las calles de Sevilla, España.
En Venezuela, la imagen de la Divina Pastora llegó a los llanos con la influencia de los frailes capuchinos en el año 1706. De acuerdo a la historia, el hecho de que sea considerada la patrona de los larenses sucedió por una casualidad en el año 1736 cuando el párroco de Santa Rosa acudió a un reconocido escultor para que hiciera una estatua de la Inmaculada Concepción, sin embargo, recibió por equivocación la de la Divina Pastora.
El párroco al ver que no había recibido el pedido correcto, ordenó a los indios que se llevarán la estatua pero, para su sorpresa, se puso tan pesada que fue imposible para los indios levantarla. Lo sucedido fue calificado como una señal: la Divina Pastora quería quedarse. El Padre determinó que la escultura sería trasladada a la iglesia de Santa Rosa del Cerrito en el estado Lara, a lo que el párroco accedió sin inconveniente.
En el año 1855 se desató una epidemia de Cólera en el país, las familias de Barquisimeto fueron afectadas directamente por esta terrible enfermedad y se decidió como última medida, sacar en procesión a la Divina Pastora por toda la ciudad, al hacerlo, la enfermedad diezmó de manera milagrosa y los larenses decidieron sacar a la Virgen cada 14 de enero en procesión, en honor a esta advocación de la virgen y agradecimiento por el milagro concedido.
La procesión de la Divina Pastora en el estado Lara es una de las más grandes del mundo, se ubica en el tercer lugar, después de la procesión de la Virgen de Guadalupe en México y la Virgen de Fátima en Portugal.