Desde pequeño, Arturo Michelena tuvo contacto con el arte. Su padre, Juan Antonio Michelena, era pintor, al igual que su abuelo materno, Pedro Castillo, autor de los murales de la casa de José Antonio Páez en Valencia.
Por Inés Quintero * | IG @inesquinterom
Arturo Michelena nació en Valencia en 1863. Desde pequeño se relacionó con el mundo de la creación artística: su padre, Juan Antonio Michelena, también era pintor, al igual que su abuelo materno, Pedro Castillo, autor de los murales de la casa de José Antonio Páez en Valencia.
Arturo Michelena, Autorretrato, 1890, Colección Museo Arturo Michelena
Su formación y entrenamiento artístico lo realiza con su padre, entre los años 1879 y 1882, en una academia privada que funciona en Valencia donde se encargan de satisfacer los más diversos encargos: desde retratos hasta copias de cuadros antiguos. En 1883 participa en el Salón del Centenario y obtiene el segundo premio con la obra “La entrega de la bandera invencible de Numancia al batallón sin nombre”. Dos años después viaja a París, con ayuda del gobierno de Joaquín Crespo. Allí se forma con Jean Paul Laurens y logra su primer reconocimiento internacional con la obra “El niño enfermo” en el Salón de París de 1887. Continúa su producción en el medio artístico parisino y obtiene nuevos reconocimientos al recibir Medalla de Oro en la Exposición Universal de 1889 por la obra “Carlota Corday”.
Regresa a Venezuela, recibe numerosos agasajos por su exitosa carrera en Francia. En 1890 contrae matrimonio con Lastenia Tello Mendoza y, poco tiempo después, viajan a París a continuar su carrera artística. Debilitada su salud por la tuberculosis regresan a Venezuela. Fijan residencia en La Pastora donde instala su taller y lleva a cabo una intensa actividad: realiza retratos, bocetos, dibujos y también grandes obras icónicas de la historia del arte en Venezuela como «La muerte de Sucre en Berruecos» (1895) y «Miranda en la Carraca» (1896), entre muchos otros. El presidente Joaquín Crespo lo contrata para decorar su residencia, que se convertirá luego en el Palacio de Miraflores.
Michelena falleció en Caracas en 1898, tenía 35 años. Su viuda conservó el patrimonio del artista y al morir, en 1958, donó la casa y las obras al Estado venezolano. Desde 1963 comenzó a funcionar allí el Museo Arturo Michelena.
#HistoriaContigo se enmarca dentro del programa de Responsabilidad Social y Sostenibilidad de Banesco. Con la colaboración de la historiadora Inés Quintero (*) esta iniciativa tiene como propósito ofrecer a estudiantes e interesados información precisa, confiable y sencilla sobre distintos tópicos de la Historia de Venezuela para fortalecer el arraigo, conocer personajes de nuestra historia común y consolidar el sentido de pertenencia a nuestra sociedad.
(*) Inés Quintero es Licenciada, Magister y Doctora en Historia, Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia y actualmente miembro de su Junta Directiva.
